Ciudadanos aprobó el sábado, con el 91,4% de votos a favor del Consejo General y sólo 6 abstenciones y 5 votos en contra, la configuración de una gestora continuista -a excepción de la entrada de Luis Garicano- que dirija el partido hasta las primarias previstas para el 15 de marzo.
Sin embargo, los audios de la reunión difundidos por varios medios evidencian que aún hay recelos por la falta de autocrítica respecto al batacazo electoral del 10-N, así como malestar por la fórmula empleada para escoger a la nueva cúpula directiva.
La votación de la gestora se produjo a mano alzada sin voto secreto en urna y sin abrir un debate previo sobre la situación del partido. Algo que algunos interpretaron como un intento de acallar las voces más críticas dentro de Ciudadanos.
Aún así, algunas hubo que se hicieron escuchar como las del líder de Cs en Castilla y León, Francisco Igea, o el exvicepresidente primero del Congreso, Ignacio Prendes.
"Somos necesarios porque este país está en la peor situación desde febrero de 1981, porque este país, que esperaba de nosotros que sacáramos a los nacionalistas de la llave del gobierno, ha visto que éramos incapaces de hacerlo y además empeorábamos la situación", reprochó Igea cuestionando que Ciudadanos sea realmente un partido liberal.
Por su parte, Prendes llamó a la reflexión: "Hemos pasado como si no hubiese pasado nada, este Consejo General que se está celebrando hoy aquí es porque el 10 de noviembre la mayoría de los votantes que nos apoyaron una vez nos dieron la espalda, ¿qué ha sucedido?".
Asimismo, el enfrentamiento entre las dos almas de Ciudadanos, la más proclive a un giro de estrategia que pase por negociar una investidura o la que insiste en el veto al PSOE, se reflejaron después en las redes sociales:
Si (
No(
