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Libros, discos y blogs del 2007

Libros, discos y blogs del 2007

lunes 31 de diciembre de 2007, 16:04h
Época de balances y de proyecciones. El periodista Miguel Paz subió a su blog un “Especial de libros para comenzar el 2008”, donde tuvo a bien incluir mi opinión sobre los textos que fueron importantes en 2007 y que pudieran interesarle a alguien vinculado a los medios. O a cualquier hijo de vecino con cierta afición por la lectura.

Reproduzco a continuación la lista de los diez primeros títulos que se me ocurrieron. Advierto desde ya que es una “antojolía”, injusta como todos las selecciones de este tipo, pues sólo con las omisiones, de las que uno se lamenta enseguida, se podrían confeccionar un par de listas más.

No obstante, asumo estos “top ten” como si fueran mis hijos oficiales, aunque podría agregar como hijos no reconocidos a “Milico”, la novela de José Miguel Varas, y “El enigma de París” (Premio Iberoamericano Planeta-Casa de América 2007), de otro amigo, Pablo de Santis, con el fin de concederle también un poco más de espacio a la ficción.

Y para que no se vayan a creer que sólo me paso leyendo historia de la primera mitad del siglo XX.

Libros

Aquí van entonces mis diez libros favoritos del año que está por terminar, con una breve reseña incluso del primero de ellos, que aún me tiene (y me tendrá por largo tiempo) fuertemente conmocionado:

Vida y Destino, de Vasili Grossman. Un judío ucraniano, Vasili Grossman, hace toda la Segunda Guerra Mundial –que en la versión soviética oficial se llamó “la Gran Guerra Patria”- con las tropas del Ejército Rojo, publicando artículos como corresponsal del diario “Krasnaya Zvezda” (Estrella Roja). Desde la desastrosa retirada inicial hasta la marcha triunfal hasta Berlín, luego de resistir en Stalingrado. Grossman era bajito, usaba gafas redondas y su aspecto físico bastante deplorable probablemente inspiró al periodista que aparece en la película “Enemigo al acecho” (con Jude Law, como el francotirador infalible).

El inglés Antony Beevor lo rescató de cierto anonimato en Occidente al publicar fragmentos de su diario, “Un escritor en guerra”, con una excesiva intervención suya, a mi juicio, en gran parte de la obra (el comentarista supera en extensión en varios párrafos al comentado). Aun así, aparece su genio de cronista de raza, que describe con una sola frase un cúmulo de sentimientos en esa situación límite que es un conflicto bélico.

Su gran novela, “Vida y destino”, fue publicada por Seix Barral en 1985 y reeditada en 2007 por Galaxia Gutenberg, en una traducción directa del original ruso. Los críticos y autores en España no cesan de aplaudirla, desde Antonio Muñoz Molina hasta otras célebres voces que no dudan en calificarla como la “Guerra y Paz” del siglo XX.

En suma, hay que leerla, porque Grossman en su recorrido descubrió y expone sin remilgos desde la magnificencia de una gesta épica hasta sus miserias más escondidas y soterradas. Y a su regreso a la URSS fue condenado al silencio por el estalinismo, pero él, contra toda esperanza, escribió este libro que finalmente halló sus lectores. Un libro que remece, que sacude hasta los tuétanos, y donde no se le escabulle el bulto ni al antisemitismo ni al “gulag”.

Un escritor en guerra, Vasili Grossman y Antony Beevor (Crítica)

La guerra civil española, Antony Beevor (Crítica)

Berlín, la caída: 1945, Antony Beevor (Crítica)

Stalingrado, Antony Beevor (Crítica)

En el ejército del faraón, Tobias Wolff (Alfaguara)

Homero, Iliada, Alessandro Baricco (Anagrama)

Mundar, Juan Gelman (Seix Barral)

La voluntad, Eduardo Anguita y Martín Caparrós (Booklet, 2006, edición definitiva)

La masacre de la Escuela Santa María de Iquique: Mirada histórica desde la Cámara de Diputados (Ediciones Biblioteca del Congreso Nacional de Chile).

Discos e intérpretes

Si hay algo que han producido los blogs, las comunidades virtuales, Ares, y toda la parafernalia de las benditas herramientas que tenemos ahora a nuestro alcance, es incrementar la velocidad de circulación de la información. Sobre todo, en lo que se refiere a música.

Por eso es que en materia de novedades discográficas, no hablaré de discos puntuales sino de autores e intérpretes (y en muchos casos, tanto lo uno como lo otro), que me han volado la cabeza con sus canciones.

Debo decir que en la mayoría de mis nuevos descubrimientos (nobleza obliga), la introductora fue la artista visual catalana Marta Castro Suárez Sabadell, alias Kahlo, cuyo provocativo blog, Ternura porno, es un vehículo de difusión de grandes de la música de hoy y de siempre.

Con perdón de la industria, a la que esta forma de divulgación horizontal y boca a boca –u oreja a oreja, para ser más exactos- no le debe gustar nada de nada. Como no soy egoísta, los comparto con ustedes. Eso sí, disfrútenlos con moderación.

En este ámbito (¡redoble de tambores!), los “Carlos Monge Awards” son los siguientes:

KT Tunstall: Una escocesa total, a la que descubrí –y ésta debe ser una de las excepciones a la "regla Kahlo"- a través del show musical de Jools Holland, en la televisión británica. Kate es adoptada, hija biológica de una mujer china y de un cantante folk irlandés –según le contó su madre- y tiene la fuerza de varias centrales hidroeléctricas con solo una guitarra y un pedal de ritmo. Además, es guapísima (el interludio baboso ineludible).

Madeleine Peyroux: Una chica estadounidense con un timbre de voz casi calcado del de Billie Holiday, pero con una historia personal afortunadamente menos negra (y no me refiero, por cierto, a su color de piel). En julio de 2007, Peyroux, que vivió su adolescencia y juventud en París, recibió el premio a la mejor artista internacional de jazz entregado por la BBC. Todos sus discos me gustan, aunque el que más me mata es “Got in my mind”, grabado con William Galison.

Elliott Smith
: Cantautor estadounidense de “indie pop”, conoció algo así como una módica fama cuando un tema suyo, “Miss Misery”, incluido en la cinta sonora de “Good will hunting”, de Gus van Sant, fue candidato a los Oscar en la categoría mejor canción original de 1997. Wikipedia nos cuenta que “murió en 2003, a los 34 años, de dos puñaladas en el pecho aparentemente autoinfligidas. Las circunstancias de su muerte no fueron totalmente esclarecidas en la autopsia...” Si quieren conocer más datos de él, vayan a las fuentes, no sean vagos. Y escúchenlo, porque es genial.

Franco Battiato: Cantautor, músico y director de cine italiano. Una suerte de Pasolini remasterizado e integrado a la cultura pop. Y lo digo con todo respeto, tanto por Pier Paolo como por Battiato. Temazo especialmente recomendado: “Yo quiero verte danzar”. Aunque “La estación del amor” tampoco está nada mal.

Francis Cabrel: El Dylan francés, el de “La quiero a morir”, “La cabaña del pescador”, “Petite Marie” y otras canciones inolvidables que demuestran que una obra de arte cabe en tres o cuatro minutos en los cuales dejarse atrapar por el sortilegio de una letra inteligente y sensible, y una bella e inolvidable melodía.

Nina Simone: ¿Acaso tengo que dar explicaciones de por qué ella es la más grande voz de la escena del jazz durante varias décadas, con toda la devoción que me merecen otras gigantes de talla de Billie Holiday o Ella Fitzgerald? Sólo es cuestión de oirla cantar “Ain’t got no money” o “Mr. Bojangles”.

Amália Rodríguez: La “reina del fado”. Maestra de maestras. Si el Mediterráneo tuviera que tener una voz, yo creo que escogería la de ella, sin lugar a dudas.

Bob Dylan: “Modern times”. O cómo seguir siendo moderno una vez que uno ha pasado los 65 con largueza es la lección inmarcesible de Robert Allen Zimmerman, que sigue soplando en el viento.

Jorge Drexler: Todo, salvo “Doce segundos en oscuridad”, su último disco. A mi juicio, un paso en falso que le jugó un momento de debilidad, después de un duro traspié personal, en las tinieblas de Cabo Polonio. Igual, Jorge, estás amortizado, así que dale tranquilo nomás que lo que viene seguramente será mejor.

Eduardo Darnauchans: Un gran amigo uruguayo, muerto este año que se va, y víctima tardía de la dictadura militar de su país. El Darno, uno de los más grandes “songwriters” –como le gustaba calificarse- del río de la Plata, antes de hacer mutis por el foro se despidió dejándonos un gran disco: “El ángel azul”, cuyas alas se irán extendiendo cada vez más con el paso del tiempo.

Blogs

Diez discos. Diez autores e intérpretes. Yo creo que con eso basta. Pero como no he venido a vender, sino a regalar, la nómina de los blogs se las entrego de inmediato. Para que los agreguen a sus favoritos, si les place, y empezar el 2008 de la mejor forma posible en la blogósfera:

Bitácora del nictálope (música + videos + poesía: el secreto mejor guardado de la red).

Miguel Paz
(medios y nuevo periodismo, básicamente, aunque la descripción no agota el menú de temas).

Jean-Francois Fogel (uno de los mejores exponentes de los blogs de El boomeran(g), con la misma temática del anteriormente descrito, más el plus de las novedades literarias).

Ternura Porno
(desde Barcelona, con inteligencia, buen diseño, buena música y delicada sensibilidad).

Arquetipos y esplendores (poesía, again).

El refugio de los cronopios (textos cortos, incisivos y al hueso).

Darno (estela funeraria para un grande).

El libro de los pedacitos mágicos (melancolía y creatividad montevideana).

La amante de Bolzano
(“per que me piace…”).

El nombre de la rosa
(migas de pan en el camino de una querida amiga vasca-quebecois).

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Carlos Monge Arístegui
Escritor y periodista
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