El president de la Generalitat de Cataluña declara la guerra a todos. Esta mañana Quim Torra ha dejado claro su desprecio por el pacto alcanzado entre ERC y el PSOE al haber dejado al margen a su formación y considera que es un simple acuerdo entre partidos y que no compromete al resto de formaciones ni a las instituciones autonómicas catalanas.
Una dura afirmación contra sus socios de Esquerra, que han negociado con los socialistas en todo momento sin contar con JxCat, coalición soberanista en la que participan Torra y Carles Puigdemont, entre otros, y que tienen 8 diputados en el Cobgreso tras las elecciones generales de noviembre pasado. "Es un pacto entre partidos, legítimo, pero no vincula a los gobiernos. Cuando haya un Gobierno en España iniciaremos las reuniones que sean necesarias a ver si hay y un diálogo en condiciones y con garantías y donde se traten los temas que interesan a los catalanes", dijo ante la prensa.
Torra pide que en una mesa de diálogo con el Gobierno central estén sobre ella temas como "el derecho a la autodeterminación, amnistía, fin de la represión y libertad de los presos políticos y exiliados".
Su inhabilitación
Además, por otra parte, Torra espera conocer la resolución de la Junta Electoral Central tras el fallo del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que le inhabilitaba para cargo público durante año y medio por un delito de desobediencia, una vez que no retiró los lazos amarillos de la sede de la Generalitat cuando la Junta se lo pidió durante uno de los procesos electorales que hubo en 2019.
Torra ha señalado que no es la JEC quien puede inhabilitarle y que debe ser el Parlament de Cataluña, si lo considera oportuno, quien le suspenda de su cargo.
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