En estos momentos es la gran incógnita: ¿cuál será la posición de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) con los Presupuestos Generales? Nadie olvida ni en el PSOE ni en Unidas Podemos que fue este partido independentista el que arruinó la anterior legislatura al no dar su apoyo a las cuentas del Estado para 2019, teniendo Pedro Sánchez que convocar elecciones, que en un primer momento se celebraron en abril y, meses después, otra vez en noviembre.
Es cierto que por entonces ERC argumentó que no podía hacerlo con varios de sus compañeros y líderes del partido presos, esperando una sentencia del caso del procés soberanista, que al final acarreó penas menores de lo esperado en un primer momento, cuando se temía una condena por rebelión. Pese a todo, los republicanos tampoco están dando el 'ok' a unas cuentas que todavía no conoce y que tendrán que estar supeditados al éxito de algo muy distinto a lo económico: la mesa de diálogo por el conflicto político catalán que se va a comenzar a celebrar este mismo mes de enero.
Pablo Iglesias era preguntado anoche en 'El Intermedio' de La Sexta sobre el tema y admitió desconocer si ERC apoyará los Presupuestos: "Habrá que preguntárselo a Esquerra. Nuestra obligación, cuando seamos gobierno, es lograr todos los apoyos. Eso incluye negociar con muchas fuerzas políticas. Eso incluye a ERC, pero también con el PNV, con Más País y con Compromís; con muchas fuerzas para lograr la mayoría necesaria".Iglesias consideró tener "una base buena", en referencia al acuerdo de Presupuestos que alcanzaron en 2019. "A partir de ahí, al Gobierno nos toca ganarnos el sueldo y contar con los apoyos de muchas otras fuerzas políticas. Los ciudadanos nos han dicho que nos pongamos de acuerdo", comentó.
La realidad es que la prioridad de PSOE y Podemos es sacar adelante las cuentas para poder así financiar todas sus reformas y medidas sociales, pero ni los Presupuestos ni la derogación de gran parte de la reforma laboral de 2012 o la ley de seguridad ciudadana están aseguradas. Algunas tendrán complicidad por parte de ERC y EH Bildu -que de momento cumplen su pacto de compartir el sentido del voto en grandes cuestiones estatales-, pero otras deberán ser tratadas con la habitual dureza de los independentistas en las mesas de negociación.
El gobierno de coalición sabe que no tiene mayoría parlamentaria y que la suma se aproximará para casi cualquier reforma a la mostrada ayer en la investidura: en torno a los 167 votos a favor, con el PRC puede que a su lado en algunas cuestiones políticas y económicas. Pero siempre con las abstenciones de ERC y EH Bildu como condición sine qua non.
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