www.diariocritico.com

La cofradía de las angustias

Por Gabriel Elorriaga F.
x
elorriagafernandezhotmailcom/18/18/26
martes 28 de enero de 2020, 11:09h

Nadie podría imaginar que un presidente del Gobierno de España mantuviese como interlocutor válido a un político inhabilitado por los tribunales del Estado que, además, también había sido inhabilitado por el parlamento catalán en su propia competencia, pero son cosas de ganar el poder perdiendo o de perder ganando, según se prefiera. Tampoco nadie podía imaginar que el mismo presidente que hace un año reconocía a Guaidó como presidente interino de Venezuela huyese de Madrid a la llegada de este y dejase encargada de recibirlo a una ministra que acaba de suprimir la Secretaría de Estado para Iberoamérica en los locales de una entidad llamada Casa de América para que no fuese a pisar despachos oficiales, mientras se posaba en Barajas el avión de la vicepresidenta del sátrapa Maduro que tiene prohibido sobrevolar suelo europeo. Pero quien se acuesta con los de Unidas Podemos ya se sabe que, aunque gane, se levanta manchado de mierda. Tampoco nadie podía esperar que fuese capaz de distraer a un helicóptero llamado “Cuco” de las labores de salvamento marítimo para emplearlo en la tarea de otear los charcos desde la altura sin mancharse de barro. Y es que hay formas de ir perdiendo habiendo ganado una investidura ya desde antes de que se celebre la solemne sesión de apertura de la legislatura por Su Majestad el Rey, que Dios guarde muchas aperturas más alegres que la que empieza con tan malos augurios y tan mala cara. Porque sobre todo hay que tener presente que “sin mesa no hay legislatura” (Rufián dixit) y habrá que mantener el tablero aunque la mesa esté coja.

Gobernar sabiendo que dependes del humor de un sedicioso encarcelado causa melancolía. Esta es la explicación del gesto amargo de la izquierda. Lo normal es que quienes van a comenzar legislatura sonrían con rostros iluminados por el triunfo y el anuncio del próximo cumplimiento de lo que decían antes de las elecciones. Pero cuando lo que van a tener que cumplir son las condiciones perversas que les han impuesto desde la cárcel las sonrisas se transforman en muecas desagradables. Hay quien dice que la tristeza viene implícita en el izquierdismo hasta cuando cantan. Oír cantar “la Internacional” da más pena que un tango. Convocar a la gente “A las barricadas” no es invitarlas a una romería sino a un choque con los antidisturbios. Pero cuando un equipo de mujeres y hombres coaligados comienza a andar por un nuevo camino parece que debería sonar un alegre pasacalle y no la triste marcha procesional de los incomprendidos.

Es difícil comprender a quienes no entienden que la libertad consiste en el derecho de todos y cada uno a ser diferente de los otros gracias a la igualdad de oportunidades y de derechos. Que la fraternidad es saber soportarse los distintos sin enrabietarse por las diferencias. Que libertad, igualdad y fraternidad es el lema del liberalismo y la uniformidad fue el lema de todos los totalitarismos y el peor de todos ellos llamado comunismo. Hay una pena mal disimulada en quienes saben que no son libres de marcar su propia diferencia porque hipotecaron su libertad de ser como quisieran haber sido por un plato frío de votos de abstención. Una pena que les impide expresar la alegría de los vencedores en esas caras hoscas que vemos en televisión diciendo hoy una cosa y mañana la contraria. Son las angustias de quienes gobiernan perdiendo. Perdiendo votos, perdiendo amigos, perdiendo crédito y ganando decepciones.

Pedro Sánchez preparaba hacer una “tourné” por todas las regiones españolas, pero no para ser aplaudido por sus seguidores en cada rincón de España sino para justificar entrevistarse con su interlocutor principal como presidente de la Generalidad de Cataluña y ahora resulta que Quim Torra es una máscara vacía a la espera de unas elecciones imprevisibles. La vicepresidenta Carmen Calvo cree que la gramática española debe cambiarse según su forma superficial de entender el feminismo y sin tener en cuenta que se trata del idioma de una comunidad de 580 millones de personas en su inmensa mayoría ajenas a las difusas competencias administrativas de tal vicepresidenta. El presidente se propone la peligrosa tarea de retocar nuestro Código Penal para sacar de la cárcel sin necesidad de indulto a Oriol Junqueras con el falso pretexto de europeizar nuestro Derecho sabiendo que si así fuese se agravarían las penas en vez de aliviar a los condenados. La vicepresidenta Calvo sugiere que se acorte el nombre del Congreso de los Diputados para hacerlo más inclusivo. ¿Es que hay algo más inclusivo que referirse a personas masculinas o femeninas como de una sola e igual función y no dar la impresión de dos clase de parlamentarios: los que lo son por libre competencia y las que lo son por la necesidad de establecer cuotas por sexo? Levantar penas a sediciosos, acercar terroristas o facilitar los vuelos de narcodictadoras no son actividades de buen gusto. Por eso Sánchez va a inaugurar una nueva legislatura con cara de palo.

La ministra Isabel Celaá descubrió que los hijos no eran propiedad de los padres como si fuesen cosas pero olvidó que los padres son los primeros responsables de su crianza y educación antes que su ministerio sin competencias. El ministro Garzón, de desconocidas competencias, cree que “la Fiscalía es parte de lo que es el entramado del Gobierno” por lo que deduce del nombramiento de Dolores Delgado y le enseñan el Estatuto Orgánico de la Fiscalía que dice que “se encuentra integrada con autonomía funcional dentro del Poder Judicial”. El Poder Judicial ha tenido que salir a defenderse de la declaración del vicepresidente Pablo Iglesias diciendo que “muchos tribunales europeos han quitado la razón a los jueces españoles” aclarándole que solo ha habido dos pronunciamientos de tribunales europeos sobre la inmunidad de los parlamentarios que condujo a la petición de suplicatorio para procesar a Puigdemont y Comín, pendiente de resolución, mientras Oriol Junqueras continúa correctamente encarcelado como consecuencia de sentencia firme. Así con estos y otros disgustos y siempre pendientes de la voz delegada de Rufián cunde el temor a que se precipiten las elecciones catalanas y se desbarate el aparato de apariencias a corto plazo que va vendiendo Pedro Sánchez por las televisiones amigas.

El arte de la izquierda de perder ganando es lo contrario de la especialidad de la oposición de perder ganando votos por el procedimiento de la tripartición de su electorado. Reunificar el centro-derecha es el reto que tiene por delante quien pretenda desplazar a la triste cofradía de las angustias de su poder malhumorado. Hay que reducir sumandos y no perder el tiempo en los juegos retóricos con los que el Gobierno trata de encizañar la cosecha de la oposición. Hay tiempo para pensarlo. No menos de nueve meses y no más de cuatro años. A salvo lo imprevisto con lo que siempre hay que contar el política. De entrada el centro-derecha solo tiene a su favor que “los españoles y españolas” no soportan durante mucho tiempo que se les gobierne con cara de asco.

Gabriel Elorriaga F.

Ex diputado y ex senador

Gabriel Elorriaga F. fue diputado y senador español por el Partido Popular. Fue director del gabinete de Manuel Fraga cuando éste era ministro de Información y Turismo. También participó en la fundación del partido Reforma Democrática. También ha escrito varios libros, tales como 'Así habló Don Quijote', 'Sed de Dios', 'Diktapenuria', 'La vocación política', 'Fraga y el eje de la transición' o 'Canalejas o el liberalismo social'.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
1 comentarios