“Hoy se va a producir un hecho importante para la política catalana y española. Después de 10 años de desencuentros, agravios y reproches, vamos a iniciar el camino de la mesa de diálogo. Ese camino va ser difícil, complejo y largo; pero nuestro ánimo es que tenga un destino: el reencuentro entre catalanes y el reencuentro entre Cataluña y el conjunto del país”. Así se ha referido el secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al inicio de las negociaciones este miércoles entre los gobiernos de España y de la Generalitat para resolver el conflicto en Cataluña.
En la sesión de control al gobierno en el Congreso, y al hilo de esta cuestión, Sánchez ha reprochado a Pablo Casado que pretenda dar lecciones al PSOE sobre la defensa de la integridad territorial de España. “Después de siete años de gobiernos del PP, dos referéndum ilegales, una declaración unilateral de independencia y de haber multiplicado por cuatro el número de independentistas en Cataluña -del 10 al 40%-, ¡lecciones las justas del PP sobre la defensa de la integridad territorial de España señor Casado!… al contrario, algo de empatía y corresponsabilidad. Nosotros hemos heredado un auténtico fracaso en lo territorial”, de su partido; “por lo menos, corresponsabilidad en cuanto a cómo resolver una crisis territorial como es la que tenemos en Cataluña”, reiteró.
Sánchez le ha recordado a Casado que, como dice el recientemente defenestrado líder de su partido en el País Vasco, Alfonso Alonso, “no se puede defender a España si no se la acepta en su diversidad”. A su juicio, “el problema del PP es que confunden igualdad con uniformidad” y ha citado “tres ejemplos claros de cómo el Gobierno de España está apostando por el diálogo”: con las medidas tomadas ayer en el Consejo de Ministros, tras un diálogo con el sector agrícola, de medidas urgentes que palíen la crisis de los precios; con la mesa de diálogo sobre Cataluña que hoy se pone en marcha, y el próximo viernes con otra mesa de diálogo sobre la España interior y el reto demográfico, “que se agravó por las políticas y recortes practicados por el PP”.
Casado: "La mesa de despiece de la soberanía nacional"
En su pregunta parlamentaria, Pablo Casado afirmaba que “el formato se asemeja a las cumbres entre estados, pero con el agravante de que hay ministros elegidos no por sus competencias sino por su apellido”. También criticó que Sánchez mande al ministro de Sanidad “a negociar el virus del independentismo cuando lo que debería hacer es tomar las medidas para paliar los efectos del coronavirus”.
Aseguró que la reunión se celebra “con muchos lazos amarillos pero sin líneas rojas, abriendo el zoco a la autodeterminación, al indulto a delincuentes, al pacto fiscal, y quien sabe si a la caja única de la SS, como ya ha subastado al PNV, dividiendo a nuestros mayores en pensionistas de primera y de segunda”. También denunciaba que el encuentro supone “más madera para cocinar unos presupuestos, después de haber quemado el SMI, las pensiones y los sueldos de los funcionarios para tapar los escándalos de Ábalos y Delgado”.
Asimismo, pidió a Sánchez que “disfrute como siempre de la foto” porque “ya lo intentó hace un año en la cumbre de Pedralbes y ahora la amplía después de haber mentido a toda España en dos campañas electorales”. Alertó además de que “la próxima foto quizá sea con Puigdemont y Junqueras en Quintos de Mora o con Otegi en Doñana”. “Esa foto será el retrato de la historia de su gobierno, el de una gran deslealtad a España”.
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