Los regímenes de visitas cancelados por el coronavirus para padres divorciados

En estos días vivimos bajo el estado de alarma, y bajo el lema YO ME QUEDO EN CASA. Evidentemente, muchas cosas han cambiado y muchos padres y madres tienen grandes problemas para poder ver a sus hijos y cumplir el régimen de visitas que ha dictaminado un juez, en el proceso de divorcio.

Entendemos que el sufrimiento de cada padre que no puede abrazar a su hijo o darle un beso, es inmenso. Por este motivo, es importante que en estos momentos tan difíciles, las desavenencias entre padres y madres queden relegados a un segundo plano y juntos lleguen a un acuerdo conjunto para que los menores puedan tener contacto con sus padres de manera diaria.

Los niños siempre son las personas más vulnerables y pueden aparecer pensamientos como: “mi papá o mi mamá no me quieren, no vienen a verme”. Es por este motivo, por el que el contacto con los menores tiene qe ser cotidiano, dándoles tranquilidad y aportándoles desde la distancia todo el cariño y afecto que se pueda ofrecer desde facetime, Skype, teléfono, etc.

Como esta situación es algo excepcional, excepcional tiene que ser el contacto con los menores, por lo que es adecuado que, en estos momentos, los padres o madres que no puedan ver a sus hijos, interactúen durante un tiempo prolongado, jugando a juegos como “veo, veo”.

La interacción tiene que ser más armoniosa, sin limitar el tiempo 5 minutos, por ejemplo, pues necesitan perpetrar el vínculo que por esta situación, es distante. Cierto es, que siempre hay que mantener las rutinas de los menores, lo cual le lleva a mantener una estabilidad emocional y saludable.

Debemos pensar en nuestros hijos y no en nosotros mismos, ni en los conflictos que podamos tener. Los niños necesitan a su padre y a su madre y necesitan el contacto con los dos progenitores, pues si no van a aparecer síntomas ansiosos, depresivos o incluso agresivos, por la separación de uno de sus progenitores.

Por todo esto, protejamos a los menores de los efectos del aislamiento debido al COVID-19, porque ambos padres siempre quieren lo mejor para sus hijos, sin cerrarles las puertas del afecto.