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¿Dónde irán los besos que no damos...?

martes 24 de marzo de 2020, 08:13h

Otro día más sin besar... ¡y no sé cuántos van ya!

Y es ahora cuando piensas la de veces que de niño has puesto o quitado la cara porque no querías dar un beso ni que te lo dieran o cuando eras adolescente y te morías de vergüenza si ibas con tus amigos y te encontrabas a tus padres y se empeñaban en darte un beso en plena calle o esas visitas a casa de la abuela con esos besos interminables uno tras de otro.

Los besos... esos furtivos en la mejilla de los primeros chicos, esos un poco más serios con el miedo de si los darás bien, esos besos maravillosos cuando descubres que en ellos hay amor y que tienen el mejor sabor del mundo, esos besos infinitos llenos de pasión y que nunca se olvidan. Ese beso con el que se sella un SI quiero con el propósito de que sea para siempre...

Ese beso tan de verdad de un niño cuando le nace espontáneo y hasta con sonido “muuuuac”. Esa emoción que vivimos como un triunfo cuando un bebé “tira su primer beso”. Ese beso de buenos días y ese precioso beso de buenas noches que vela por nuestros sueños...

Ese beso cuando te vas y ese beso llegar a casa que es la mejor manera de decirte ¡“qué bien, ya estás aquí”!

Ese beso de despedida en el que dejas parte de tu corazón, ese beso de reencuentro que sabe a gloria y que no quieres que se acabe nunca... Ese beso que te consuela cuando estás triste, ese beso tan necesario en un duelo. Ese beso con un abrazo fuerte y sincero, justo ese beso es el que te salva, el que sabes que aunque todo vaya mal ahí es donde quieres estar...

Ese beso de felicidades, de enhorabuena. Ese beso de empezar un año nuevo, ese beso de ánimo, de aliento, de todo va a ir bien... Ese beso tan lleno de ternura que sólo una madre es capaz de dar, ese beso repleto de cariño de un padre que quiere protegerte.

Besos de amor, de cariño, de ternura, de sentimiento, clandestinos, de cortesía, de alegría, de exaltación de la amistad, de protección, de mimos... Besos robados, Besos espontáneos, besos furtivos...

Besos y más besos... Besos en la mejilla, en la frente, en la boca, en el cuello, en cualquier parte del cuerpo, besos infinitos... Besos que en estos días se extrañan, porque los necesitamos, porque necesitamos sentir, porque necesitamos los labios de otros, porque necesitamos su calor, porque necesitamos besar y que nos besen ¡Porque somos muy de besar!

Por eso, cuando pase todo esto, que pasará... nos volveremos a besar y esos besos cobrarán un nuevo sentido, una nueva dimensión, porque recordaremos que hubo una época en la que no nos pudimos besar, porque un virus quiso que no nos besáramos y lo consiguió.

Por eso cuando esto pase, que pasará... Besaremos pensando “No dejes para mañana los besos que puedas dar hoy” porque quizá, de verdad, llega un mañana en el que no los podemos dar...

Esther Ruiz

Esther Ruiz Moya

Periodista

Esther Ruiz Moya es comunicadora, creativa, escritora y motivadora. Premio Círculo Rojo 2021. Colaboradora en medios en España y Estados Unidos. Autora del libro 'Cuando esto pase...', sobre la pandemia y el confinamiento. Autora del podcast 'A Contraluz', disponible en Spotify

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