El Hantavirus, prácticamente desconocido en Europa, llega cuando apenas hemos comenzado a vivir lo peor de la pandemia por el coronavirus covid-19. Procedente de Asia llega la amenaza de un virus más letal y preocupante, el Hantavirus. Es un virus que deja unos 100.000 casos anuales en el mundo, sobre todo en la zona asiática.
China ya ha registrado esta semana un primer muerto este año por hantavirus, y se teme una epidemia local en la provincia de Shaanxi. Se trataba de un trabajador de la empresa Luyang Aquatic Food que viajó con más trabajadores de otra provincia, los cuales están ahora en observación y posible cuarentena.
Argentina es el segundo país en América con mayor cantidad de casos. En el continente americano se registraron 6.355 casos de hantavirus, principalmente en Brasil (2.032), Argentina (1.350) y Chile (1.028), según cifras de 2016 de la OPS, explica 'Clarín'.
Se transmite en zonas donde haya ratas y otros roedores a través de la saliva, las heces o la orina de animales infectados. Sus deposiciones, al secarse, se volatizan y combinan con el polvo, por lo que pueden ser inhaladas por el ser humano.
Qué es el hantavirus
El hantavirus es un virus de la familia ARN, el cual es transmitido por roedores infectados (zoonosis). En humanos por lo general producen dos tipos de afecciones: un tipo de fiebre hemorrágica viral, la fiebre hemorrágica con síndrome renal (FHSR); o el síndrome pulmonar por hantavirus (SaPHV), una afección muy grave. Los Hantavirus son un grupo que pertenece a la familia Bunyaviridae, grupo C. Es considerado como un virus de riesgo de bioseguridad n° 4. Se reconocen dos grupos de Hantavirus: los Hantavirus del Viejo Mundo (más común en Asia) y los del Nuevo Mundo (América).
El hantavirus debe su nombre al río Hantan, al norte de las ciudades coreanas de Dongducheon y Paju cerca de donde se aisló su miembro prototípico: el Virus Hantaan. Es un viejo conocido de la humanidad porque en la década de los 1930 se notificaron en Europa y Asia brotes que causaron numerosas víctimas.
La tasa de mortalidad oscila entre el 1 y 15% en el caso del hantavirus del Viejo Mundo (Asia) y una mortalidad del 60 a 80% en el caso del Viejo Mundo (América).
La prevención más efectiva es eliminar o minimizar el contacto con roedores. Como el virus es transmitido por saliva, excreciones y mordeduras de roedores la protección en áreas comunes es clave para la prevención de la enfermedad.
Las opciones de tratamiento son limitadas. El tratamiento específico es a base de anticuerpos monoclonales porque algunos pacientes que sobrevivían al virus tenían una gran cantidad de anticuerpos neutralizantes. El paciente debe ser entubado, sometido a ventilación mecánica y, si comienzan a deteriorarse sus signos vitales, debe practicársele ECMO: un tratamiento de oxigenación sanguínea, que implica drenar la sangre y luego introducirla, mediante el uso de una cánula y una bomba centrífuga.
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