Los responsables de la zona euro tienen dos semanas para encontrar una forma de apoyar la economía. Entre los países miembros hay dos posturas opuestas, los que piden la emisión conjunta de deuda y los que se oponen a ella. Algunos países como Alemania, Países Bajos, Finlandia o Austria, se inclinan por una fórmula, según la cual una institución de la UE tomaría dinero prestado para después prestárselo más barato a los Estados. Nueve países, entre ellos Francia, Italia y España promueven la emisión conjunta de deuda.
Los líderes de la UE no lograron alcanzar un acuerdo el pasado jueves, y encargaron a los ministros de Finanzas lograr un acuerdo. Entre las diferentes alternativas está que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), propiedad de los países de la UE, pueda ofrecer líneas de crédito por valor de hasta el 2% del PIB nacional de cada país que lo solicite. Esto llevaría a la evaluación de la sostenibilidad de la deuda del país solicitante, algo a lo que Italia se niega. Otra es que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) conceda préstamos, obteniendo fondos de la emisión de bonos. Una tercera alternativa es que sea la Comisión Europea la que emita deuda y obtenga fondos para conceder préstamos.
En el plazo de dos semanas, hay que descartar la alternativa de la emisión conjunta de deuda ya que el proceso no existe y requiere mucho tiempo. Por lo tanto trabajarán sobre alternativas conocidas como el MEDE y que pueden aplicarse rápidamente.