www.diariocritico.com

El Desconfinamiento

viernes 10 de abril de 2020, 09:38h

Vaya por delante que no creo que ningún gobierno que tuviéramos haría las cosas de otra manera a como se está haciendo. Habrá matices, pero básicamente sería lo mismo. Dicho esto, cómo nos vamos a desconfinar.

Escribo en Jueves Santo. La realidad son 15.354 muertos y 152.446 contagiados. Lo demás son interpretaciones. Por ejemplo, el número de contagiados no es real porque solo se contemplan los infectados que han acudido al hospital.

La curva de transmisión se aplana por una sola razón: los vectores de transmisión están confinados. Es decir, solo los casos que cumplen los requisitos sanitarios son contabilizados; mientras que los casos leves o asintomáticos, confinados, no se sabe cuántos son.

El Desconfinamiento es un gran problema y creo que se debería empezar a avisar seriamente a la población, de manera clara, oficial y directa, de dos cosas: una, que para muchos el confinamiento será más largo especialmente para los ancianos y dos, que va a ser una operación complicada que requerirá o el acatamiento civil generalizado o el ejército.

El testeo masivo de la población es necesario y supongo que están buscando cómo hacerlo. La primera propuesta ha sido un análisis estadístico muestral que pudiera dar una idea de la realidad. Es una aproximación, desde luego, y la estadística una gran herramienta. Pero con tantas variables en juego, cosas como los cambios de residencia, la movilidad interprovincial o los vuelos internacionales, el estudio tendrá un margen de error muy grande, posiblemente inaceptable; y en las actuales circunstancias en que conocemos del virus mucho menos de lo que se cree y dicen -hoy, por ejemplo, hemos descubierto que también se manifiesta con manchitas similares a las del sarampión, especialmente en pies y piernas-, un error en el Desconfinamiento y volveremos a estar como el 15 de marzo.

La prolongación del Confinamiento es inevitable y deben decirlo alto y claro. El Desconfinamiento tendrá que hacerse necesariamente de lo pequeño a lo grande, de familias a edificios, de edificios a barrios; primero los adultos contribuyentes, luego jóvenes y niños. Finalmente los ancianos.

Habrá que aislar en los hoteles a todos los que den positivo hasta que se curen e inmunicen. O mueran. No es una opción aunque lo parezca, es la única estrategia de autoprotección: no puede volver a expandirse. Y eso solo se consigue manteniendo el virus encerrado en casa, yendo a por él con los tests de infección y aislando a los contagiados.

Esto es una guerra y el enemigo nos ha atacado. Nos hemos refugiado y hemos evitado el asedio gracias a la infantería sanitaria, pero aún no hemos empezado a luchar contra él.

La actividad económica deberá reactivarse después de la seguridad sanitaria, no antes. Y los empresarios tienen que poner su grano de arena y ponerse a diseñar ya y para implementar ya sistemas de teletrabajo adecuados y reales: los horarios tienen que cambiar porque los teletrabajadores con hijos tienen hijos y tal vez las reuniones tengan que ser a las seis de la mañana. Y una parte adecuada del alquiler de las viviendas de sus empleados deberá asumirlo la empresa. Y dotar de wifi, equipo y software adecuados porque pretender que hagamos el trabajo con un portátil de rebajas, una wifi casera oscilante y tres apps gratuitas es no entender lo que realmente es el teletrabajo. Seguramente a estas alturas de la pandemia, ya se habrán dado cuenta de que la robotización generalizada es la próxima estación y que eso supone que un jefe de planta puede dirigir toda la fábrica desde su casa. Pues empiecen a solucionar eso: las actuales condiciones de teletrabajo están obsoletas y son poco productivas.

Cuando volvamos, cambiarán muchas cosas, es imposible saber cuáles. Algunos dicen que el apretón de manos desaparecerá y otros que los edificios de oficinas serán innecesarios en cinco años porque este virus nos ha enseñado que podemos hacer lo mismo desde casa. También se dice que llevaremos todos mascarilla, que desaparecerá el personal de McDonalds; que Trump apostará por la Sanidad Pública. Y que el miedo se instalará entre nosotros. Marginaremos barrios, pueblos y países porque seguirán infectados; no los dejaremos acercarse y quién sabe si no habrá que presentar un Certificado de Limpieza Sanitaria igual que antaño hubo de presentarse un Certificado de Limpieza de Sangre.

El Desconfinamiento es un problemón y el gobierno debe decirlo ya y claramente.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
2 comentarios