Tras cuatro horas de reunión y "buena discusión", el Consejo Europeo ha alcanzado un acuerdo para la creación de un fondo de recuperación tras la crisis del coronavirus, pero no se ha logrado concretar su tamaño, que oscila entre 1 billón y 1,5 billones de euros, ni el mecanismo por el que se regirá, y se mantiene la pugna sobre si será mediante transferencias o préstamos reembolsables.
La ministra de Exteriores, Arancha González Laya, ha comparecido para dar cuenta de la reunión del Consejo Europeo, en la que ha explicado la postura defendida por el Gobierno. Según ha dicho, España defiende cuatro objetivos principales y así lo ha trasladado el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez a los líderes europeos.
"España insiste en que el Consejo Europeo endose un paquete económico que contemple una triple red de seguridad para proteger el empleo con un reaseguro por valor de 1.000 millones de euros, una línea de préstamos sin condiciones del MEDE para afrontar los gastos sanitarios derivados de la lucha contra la pandemia y una línea de avales del Banco Europeo de Inversión para garantizar el crédito a las pymes. España defiende esta triple red de seguridad para que esté disponible el 1 de junio, porque da una señal clara a empresas, trabajadores y gobiernos de seriedad y rapidez en Europa", ha explicado Laya.
El segundo elemento que defiende España y sobre el que hay un primer consenso es la creación de un fondo de recuperación económica y social, "que debe ser tan ambicioso como profunda sea la crisis y financiado con deuda perpetua para atender a las necesidades 'postCovid' para los países y sectores más afectados y que esté vinculado al Presupuesto plurianual".
"No hay un consenso completo pero si hay aéreas en las que se avances", ha admitido la ministra, respecto a la creación del fondo. El debate continúa sobre su "tamaño y robustez", ya que España reclama que sea de entre 1 y 1,5 billones de euros, aunque todavía no se ha acordado su cuantía.
El punto que genera mayor controversia entre el Norte y el Sur es el mecanismo para articular ese fondo, ya que mientras España que sean entregas por transferencia, hay países que reclaman que sean préstamos reembolsables.
"España pide que sean transferencias a los países porque hay que evitar el sobrendeudamiento, mantener la solidaridad y porque cuanto más asimétrica sea la salida de esta crisis, más sufrirá el mercado interior", ha señalado Laya.
El Consejo ha acordado que la Comisión Europea presente un plan sobre este fondo que debe estar vinculado al Presupuesto comunitario y que debe tener listo para el 6 de mayo, junto con las perspectivas financieras y el análisis de los sectores y países que resultarán más afectados por el coronavirus.
"Necesitamos unas perspectivas financieras más ambiciosas, no podemos mantener la ambición que teníamos sabiendo lo dura que será esta crisis. Por eso, las perspectivas deben estar centradas en garantizar la cohesión, convergencia y el apoyo a la agricultura, la transición ecologica, digital y el impulso de la investigación", ha indicado Laya.
La ministra ha señalado que el cuarto objetivo defendido por España es que "Europa, además de dotarse de instrumentos necesarios para la recuperación, piense en sus vecinos y socios con menos capacidad para salir por sí mismos, como África y América Latina".
Pese a que no ha habido acuerdos para concretar ese fondo de recuperación, Laya defiende que en el "Consejo Europeo se ha apreciado un cambio de tono en el debate y el inicio de una dinámica de negociacion,en la que España está en el centro del juego".
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