La crisis sanitaria del coronavirus tendrá duras consecuencias económicas en todo el mundo como apuntan todos los indicadores.
En España el ejecutivo presentó un cuadro macroeconómico estimando una caída del 9,2% del PIB este año. Una cifra ligeramente inferior a la presentada este miércoles por la Comisión Europea para nuestro país que la eleva 2 décimas y algo superior a la estimación de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) que estima que en el conjunto del año el PIB caería un 8,9%, a menos que se produjera un rebrote en otoño en cuyo caso el descenso podría llegar al 11,7%.
Las previsiones económicas de primavera de 2020 apuntan a que la economía de la zona del euro se contraerá en un porcentaje récord del 7¾ % en 2020, para crecer de nuevo a un 6¼ % en 2021. La economía de la UE se contraerá un 7½ % en 2020 y crecerá en torno al 6 % en 2021.
En el caso de España, la Comisión Europea también aprecia una evolución en forma de uve en todos los marcadores. De esta manera, si bien en 2020 el PIB caería un 9,4% en el 2021 se apreciaría el efecto contrario con un crecimiento positivo del 7% frente al 2% de 2019. A nivel europeo, el choque económico será desigual: desde un -4¼ % en Polonia hasta un -9¾ % en Grecia.
En el caso de la tasa de desempleo pasaría de un 14,1% en 2019 al 18,9% de este año con una mejora más lenta al año siguiente situándose en un 17%.
Se prevé que la tasa de desempleo en la zona del euro pase del 7,5 % en 2019 al 9½% en 2020, para caer nuevamente al 8½% en 2021. En la UE, se prevé que la tasa de desempleo suba del 6,7 % en 2019 al 9 % en 2020, para descender a alrededor del 8 % en 2021.
En algunos Estados miembros, tal y como señala la Comisión Europea, el aumento del desempleo será más significativo que en otros. Son especialmente vulnerables aquellos que tienen una alta proporción de trabajadores con contratos de corta duración y aquellos donde gran parte de la población activa depende del turismo. Los jóvenes que en este momento se incorporen al mercado de trabajo tendrán más dificultades para encontrar su primer empleo.
La inflacción pasaría del 0,8 de 2019, al 0 en 2020 y al 1% al año siguiente. La caída de la demanda y al fuerte descenso de los precios del petróleo serán factores que juntos compensarán con creces las subidas puntuales de precios debidas a las interrupciones del suministro ocasionadas por la pandemia y dejarán sus efectos en toda Europa.
También se da por descontado que los gastos sanitarios obligarán a los estados a endeudarse y a aumentar sus déficits.
Como consecuencia de ello, se espera que aumente la ratio deuda pública/PIB, así como el déficit público agregado de la zona del euro y de la UE pase de un 0,6 % del PIB en 2019 a alrededor del 8½% en 2020, para descender de nuevo a alrededor del 3½% en 2021.
La deuda pública española pasará del 95,5% de 2019, al 115,6% de 2020 para empezar a rebajarla al año siguiente con un 113,7%.
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