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Sospechas (XI)

martes 12 de mayo de 2020, 09:35h

PAISAJES

Al régimen ultra capitalista, sus promotores y voceros para ser exactos, lo quieren hacer como esos súper parques de Disney.

Todo es alegría, fácil, felicidad, simple, todo es posible…no hay límite en el positivismo-optimismo de los niños…y de muchos padres también. La ilusión-alucinación es tan grande que los padres se infantilizan y los niños creen, o les hacen creer que es oro o guay todo lo que reluce. Ojo, la visita a esa burbuja ideal, solo es como el impacto de una de esas series de entretenimientos coloristas-vistosas-ficticias que nos ofrecen las televisiones más “comerciales”… pero que solo duran unas horas o unas horas de pocos días. Claro que no me parece mal que haya niños-padres-abuelos que conozcan Disney o similares…el problema propio y ajeno es creernos o hacernos creer que la dicha es eso, es continua y no tiene fin. Y claro, aparece un “bicho” como el, o la Covid 19 y rompe casi todos los esquemas. Ya sé que esos tinglados crean puestos de trabajo, pero hay mucho campo abandonado y hay mucha maleza en montes, caminos, acequias y ríos…no sé si ganarse la vida disfrazado de ratón es más “artístico” y productivo que ganársela de pastor.

Casi todos los niños del mundo, los nuestros también, están pasando por un largo periodo “vacacional anormal”…tampoco sé las consecuencias ambientales, emocionales, etc., que puedan tener. Aprovechar, para bien, las extensas-intensas relaciones de padres-hijos porque habrá pocas oportunidades como esta para conocerse-quererse más y mejor.

El caso y la cosa es que el Covid 19, está ocasionando alarmas-encierros casi totales…de las que hay que sacar casualidades y causalidades, que a pesar del luto más-menos visible, sean mínimamente reconfortantes para la camaradería-convivencia del inmediato futuro.

Las niñas-niños han empezado, -respetando reglas de juego-, a salir de los “refugios”. Refugios con grandes espacios, refugios suficientes… y no son pocos los refugios que se asemejan a garitos de cárcel… lo de los campos de refugiados y zonas chabolistas descalifica a todas las elites económicas…debe de ser como los peores momentos de la pandemia…esas aglomeraciones en pasillos, esos peligros en habitáculos insuficientes, esas idas-venidas frenéticas, esas quejas y socorros de los casi moribundos en la máxima soledad y llena de tensiones-atenciones-intenciones más-menos atrevidas-impotentes.

Parece mentira, pero es verdad, una invisible gállara, –según los dibujos es a lo que más se parece-, con más aguijones y colores, cause, ¿por casualidad o por causalidad?, tantas decepciones, tantos dolores, tantos desasosiegos, tantos temores, tantos miedos, tantos rencores, tantos odios, tantas confusiones, tanto bloqueo físico y mental.

También es verdad que la mayoría del público-pueblo lleva el encierro con disciplina, paciencia, meditación, creatividad, precaución, con naturalidad y con la esperanza y voluntad de aspirar a conseguir un mundo integral y mejor…o como mínimo hay que caminar y lograr un mundo menos malo del que nos ha venido ofertando-dictando la Dictadura Capitalista.

En líneas generales, el comportamiento de los niños depende del comportamiento-educación de los padres…esperemos que dadas las circunstancias todos los padres estén de verdad-verdad a la altura de lo que quieren para sus hijos, sin duda, a partir de los cuatro-cinco años el confinamiento-pandemia les ha hecho madurar algún que otro mes-año. Creo en la responsabilidad cívica de casi todas-todos madres y padres. Ojo con pisar y pisar el acelerador cuando salgamos del “stop”… como si nada hubiese ocurrido o pueda ocurrir.

Sospecho que un porcentaje X de adultos volverá al “hago lo que me da la gana”, “digo lo que me sale de los c…”, y también es recomendable superar esas “vidas” que giran casi exclusivamente alrededor de las hazañas de pelotas-motores, de cervecitas-tapitas-terracitas, de los cotilleos casi pornográficos y siempre diarios e insustanciales que nos imponen casi todos los medios de “comunicación-información” comerciales-privadísimos, y de demasiadas banalidades por el estilo… porque mañana los hijos acusarán-causaran excesos y vacíos. La libertad sin armonía, equilibrio y justicia social es la peor estafa.

Por cierto, estoy deseando jugar en directo con mis nietas-nietos, me pongo a su altura y jugamos a “quien dice la tontería más tonta”, a “en que se parece esto y lo otro”, al “veo-veo”, a “cantar-bailar melodías eternas y modernas”, a “contar-inventar chistes”, a “escribir relatos brevísimos”, a “dibujar árboles con frutas y nidos”, a “imitar cantos de pájaros”, a pasear por pasajes y paisajes con leyendas en mi pueblo y en el de mi santa, a…

En la segunda quincena de junio, seré abuelo por quinta vez. Nacerá en Barcelona, no sé si podremos verlo casi al minuto de venir la mundo… los otros cuatro, han nacido en Madrid… espero contribuir a la concordia entre las dos grandes-grandes ciudades…a Disney le toca esperar. ¡Que los dioses repartan salud y suerte!

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