María Neira, la doctora española de la OMS que ocupa el cargo de directora de Salud Pública en dicha organización, ha descartado que se produzca en los próximos meses o años una segunda ola importante del coronavirus, aunque lo expresaba con la mayor de las cautelas.
En una entrevista en el programa 'El món' de 'RAC1', Neira declaró que estamos en una fase "muy crítica" de la epidemia y que faltan 2 o 3 semanas para saber si se ha superado con éxito. Sin embargo, desde la OMS ven cada vez menos "probable" un rebrote de covid-19 con la misma fuerza que la primera, la cual ya deja 3,4 millones de contagiados y 346.000 fallecidos en todo el planeta.
Eso sí, Neira quiso ser muy prudente con su mensaje porque desde la OMS se considera que es una "batalla del día a día" y que la reapertura de comercios y terrazas suponen un reto para conocer si habrá rebrotes y actitudes respetuosas con las medidas de seguridad en la sociedad. "Sabemos que hay una vigilancia epidemiológica muy rigurosa, tenemos la tranquilidad de que si hay algún foco se tomarán medidas", dijo en todo caso para restar gravedad a algún posible paso atrás en las desescaladas de cada país tras el confinamiento.
"Debemos tener mucha prudencia para afirmar si esto es el final de la ola, pero los datos como mínimo nos muestran que se ha evitado la transmisión y la explosión de las primeras semanas", explicó Neira.
La doctora apunta como punto clave para ser optimistas sobre una posible segunda oleada fuerte el hecho de que los países están "mucho mejor preparados" para afrontar los nuevos contagios y apeló a la responsabilidad colectiva e individual para continuar con la prevención de contagios: "Ni paranoia ni excesiva relajación, hay sentido común y aprender a convivir con las enfermedades infecciosas".
Estas palabras estaban sobre todo dirigidas a Europa y el primer mundo, ya que la OMS está ahora enfocada y preocupada por la situación pandémica en América y África. También se teme que el coronavirus continúe avanzando por el sudeste asiático y Oriente Medio. Tampoco se quiere seguir transmitir la idea de que allá donde hace calor hay menos riesgo de contagios: "Aún tenemos ciertas dudas sobre la relación del virus con la climatología, está haciendo el recorrido geográfico que se espera de un virus que quiere sobrevivir".
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