Otra noche de ira en Mineápolis contra la violencia policial. Decenas de comercios y una comisaría han sido pasto de las llamas tras la muerte de un hombre negro, George Floyd, a manos de la policía. Al grito de "no puedo respirar", las protestas se extiende por Estados Unidos.
George Floyd falleció el 25 de mayo después de que el policía blanco Derek Chauvin se arrodillara sobre su cuello durante más de 7 minutos hasta asfixiarlo, mientras se encontraba esposado y boca abajo en el pavimento, gritando que se ahogaba. Se le acusaba de pagar con un billete falso en un comercio.
Los oficiales Thomas Lane y J. Alexander Kueng ayudaron a su contención, mientras que el oficial Tou Thao estaba cerca y se limitó a observar. El incidente ocurrió durante un arresto en Powdernhorn, una comunidad al sur de Minneapolis, Minnesota. El evento fue grabado con móviles por varios espectadores. Los oficiales involucrados fueron despedidos de inmediato.
Poco después se inició una serie de manifestaciones y protestas, inicialmente pacíficas, pero después se pasó a disturbios callejeros y ataque a locales y comercios.
Floyd, de 46 años, vivía en St. Louis Park, Minnesota, y trabajó como guardia de seguridad en un restaurante pero debido a la pandemia de covid-19 había perdido su empleo.
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