El temor a una segunda ola de infecciones por coronavirus comienza a calar en los mercados. Señales preocupantes en algunos estados de EE.UU., y algunos focos en Alemania y China pueden plantear la necesidad de tomar nuevas medidas de aislamiento. Ante ello, los mercados tratan de equilibrar los datos económicos con el rebrote del virus.
Mientras tanto, los bancos centrales siguen actuando para frenar la crisis económica que ha generado la pandemia. Ayer, la reunión del Banco de Inglaterra finalizó con el acuerdo por unanimidad de mantener los tipos de interés en el 0,1% y de continuar con el programa existente de 200.000 millones de bonos del gobierno del Reino Unido y las compras de bonos corporativos de grado de inversión. En cambio, la decisión de incrementar el programa de compras de activos en 100.000 millones de libras hasta los 745.000 millones se adoptó por 8 votos a favor frente a uno en contra.
El banco central apuntó a una situación sin precedentes que hace que las perspectivas, no solo para Reino Unido sino a nivel global, sean inciertas, un escenario que justifica el incremento de las compras. También ayer, el gobernador del Banco Popular de China declaró que mantendrá una amplia liquidez en su sistema financiero en la segunda mitad del año mientras su economía se recupera del coronavirus. No obstante advirtió que tendrá que considerar retirar ese apoyo en algún momento. A las autoridades chinas les preocupa que el estímulo monetario liberado en los últimos meses para ayudar a las empresas pueda aumentar los riesgos de deuda.