Tanto el partido nacionalista gallego BNG como el PSdeG han denunciado el traslado de ancianos procedentes de una residencia regida por monjas para que pudieran votar en las elecciones a la Xunta de este domingo.
Ocurrió en la zona de Rairo, en la provincia de Orense, y la polémica radica en que están prohibidas las visitas de familiares a las residencias de la tercera edad para proteger su salud, pero no se ha escatimado el riesgo del traslado para que pudieran ir a votar a los colegios.
"La dirección política del BNG muestra irregularidades en una mesa electoral en el área de Rairo en la ciudad de Ourense después del voto de varios votantes liderados por la administración del hogar de ancianos. Entre las compañeras se encontraban monjas y personal del centro y no familiares del mismo, que incluso hoy tienen visitas restringidas a la residencia", explica el Bloque.
"Los votantes llegaron, a través de vehículos conducidos por profesionales residenciales, con discapacidades físicas. El BNG declaró en las actas esta práctica y otras que se desarrollaron en la mesa de Rairo para trasladar a la Junta Electoral más tarde estas irregularidades", añade el BNG.
La publicación de las imágenes de este traslado ha sido muy mediático y comentado en redes sociales, convirtiéndose en la anécdota controvertida de la jornada electoral:
Si (
No(
A favor (
En contra (
