La consejera de Sanidad, Sira Repollés, y el director general de Salud Publica de Aragón, Francisco Javier Falo, han hecho un balance negativo de los últimos datos de contagios de coronavirus en la región.
"Cada dos tres días se duplica el número de casos", informó Falo. "Las medidas tomadas tardarán todavía unos días en hacer efecto, estamos en una situación en la parte ascendente de la curva", añadió.
Falo consideró que Aragón se encuentra en una "nueva onda epidémica" que requiere una respuesta responsable por parte de la ciudadanía. "Nos esperan días muy complicados", auguró.
Por estos motivos, Repollés anunció que el gobierno de Aragón había tomado la decisión de hacer retroceder a la fase 2 a la ciudad de Barbastro, así como de recomendar a la población una limitación de movimientos tanto en la ciudad de Zaragoza como en la comarca central. Si bien Repollés insistió en que no se trata esto último de una orden de confinamiento, sí apeló a la actitud individual para reducir el contacto social a lo imprescindible para conseguir frenar los contagios.
"Si no somos capaces de limitar los movimientos se podría producir una diseminación de los casos que no es deseable", advirtió. "Los datos no son buenos".
Ahora bien, ambos se mostraron convencidos de que esta situación nada tiene que ver con la de meses anteriores.
A día de hoy, la mayoría de los casos de covid-19 detectados son asintomáticos, buena parte jóvenes o en edad laboral -menos del 5% tendría más de 65 años- y la transmisión comunitaria descontrolada es minoritaria -el 70% de los casos están trazados por su origen de contagio-, y no se ha producido estrés sanitario en urgencias o ucis pese a registrarse un ligero incremento de las primeras. "Esto debe seguir así", reclamó Repollés apelando a la responsabilidad individual para que en conjunto la situación se pueda controlar.
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