El viernes sólo quedaban tres autonomías -Madrid, Canarias y Comunidad Valenciana- por resistirse a imponer a sus ciudadanos el uso obligatorio de la mascarilla en la vía pública, independientemente de que pudiera respetarse o no la distancia de seguridad de 1,5 metros.
Un día más tarde, pese a las reticencias expresadas esta misma semana por su presidente, Ximo Puig, la Comunidad Valenciana ha decidido este sábado finalmente sumarse a la mayoría de las autonomías que han impuesto esta medida ante el aumento de los rebrotes de coronavirus.
Ha sido la consejera de Salud, Ana Barceló, la encargada de anunciar la decisión que entrará en vigor este mismo sábado. La mascarilla será obligatoria en espacios abiertos y en la vía pública, excepto en playas, piscinas y espacios de naturaleza.
Además, en los locales como discotecas y bares de ocio nocturno la limitación se mantendrá en el 30% de su aforo para consumo en el interior del local. Salvo en el caso de Gandía, donde se ha detectado un brote y se ha decretado el cierre total del ocio nocturno.
En aquellos locales que dispusieran de terrazas al aire libre, el aforo será hasta el 75% de las mesas permitidas.
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