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Iberdrola alcanza un beneficio neto de 1.845 millones hasta junio, un 12,2% más

Iberdrola alcanza un beneficio neto de 1.845 millones hasta junio, un 12,2% más
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(Foto: Iberdrola)
miércoles 22 de julio de 2020, 08:59h

Iberdrola ha acelerado sus inversiones hasta alcanzar 3.582 millones de euros en el primer semestre, un 2,3% más que en el mismo periodo de 2019 y a pesar de la situación de confinamiento por la COVID-19.

Impulsado por este esfuerzo inversor y a pesar de recoger un impacto negativo de 153 millones de euros por la pandemia, el beneficio neto se ha situado en 1.845 millones de euros al cierre de junio, un 12,2% más.

El beneficio bruto de explotación (Ebitda) del grupo, ha ascendido a 4.918,2 millones de euros, un 1,4% inferior al registrado en los seis primeros meses del año anterior, con crecimiento en los negocios de renovables (+5,3%) y generación y clientes (+14,3%) y menor aportación del área de redes (-10,6%). El beneficio bruto de explotación ajustado (Ebitda ajustado), resultante de eliminar los impactos de la pandemia sobre este concepto (157 millones de euros), ha crecido un 4,2%, hasta los 5.075 millones de euros.

El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, ha valorado estos seis meses y ha afirmado que “avanzamos firmes en nuestro compromiso de invertir 10.000 millones de euros en 2020, demostrando que la vía para una recuperación rápida y sostenida es la economía verde.”

En lo que se refiere a la gestión de la pandemia, Iberdrola ha puesto en el centro a todos sus grupos de interés. Los protocolos de actuación del grupo ante la COVID-19 han sido los primeros certificados por AENOR a nivel mundial y la tasa de incidencia de la enfermedad entre sus empleados es mucho menor que la media de los países donde Iberdrola está presente, con los profesionales de la empresa en Europa continental ya trabajando en oficinas. En el resto de países, se avanza en planes de reincorporación de acuerdo a la normativa vigente.

En cuanto a los proveedores, Iberdrola ha adelantado pedidos por 7.000 millones de euros en el semestre, con lo que da visibilidad a una cadena de suministro que genera 400.000 empleos en todo el mundo. También los clientes han permanecido en el centro de la estrategia, manteniendo en todo momento la seguridad de suministro y garantizando medidas especiales para aquellos colectivos más vulnerables.

Los accionistas, por su parte, se han visto beneficiados de una retribución con cargo a 2019 de 0,40 euros por acción, una vez puesta en marcha la nueva edición del programa ‘Iberdrola Retribución Flexible’, con el que recibirán 0,232 euros brutos por acción en concepto de dividendo complementario, que se abonarán el próximo 4 de agosto. De este modo se completan los 0,168 euros brutos por acción pagados el pasado mes de febrero en concepto de dividendo a cuenta. Todo ello, evitando el efecto dilutivo a través de la ejecución del programa de recompra de acciones propias, para mantener el capital social en 6.240 millones de títulos.

Avanzando hacia el futuro con una cartera renovable de 58.000 MW

Estos resultados muestran la resiliencia del negocio de Iberdrola, incluso después de que la pandemia haya tenido un impacto en su beneficio operativo neto (EBIT) de 228 millones de euros y en su beneficio neto, de 153 millones de euros. Asimismo, en el segundo trimestre del año, el beneficio neto ha descendido un 13,6%, hasta 587,9 millones de euros, si bien en el conjunto del semestre se incrementa un 12%, hasta 1.845 millones de euros. Entretanto, la demanda y los precios comienza a recuperarse en España y el Reino Unido, al tiempo que países como Estados Unidos y Brasil comienzan a implementar medidas regulatorias de compensación, con las que el grupo espera recuperar unos 70 millones de euros.

En cuanto a las inversiones de 3.582 millones de euros en el semestre, un 90% se ha destinado a los negocios de redes y renovables. Teniendo en cuenta los últimos doce meses, el importe alcanza ya los 8.237 millones de euros. Como consecuencia, Iberdrola ha instalado alrededor de 1.600 megavatios (MW) de capacidad en el primer semestre y más de 4.900 MW en el último año. A este esfuerzo inversor se añaden los 7.500 MW que actualmente se encuentran en construcción.

La compañía continúa además aumentando su cartera de proyectos con su estrategia de crecimiento Greenfield M&A en renovables a través de operaciones corporativas en Australia (oferta por Infigen Energy), Suecia (acuerdo Svea Vind Offshore para el desarrollo de hasta 9 gigavatios de eólica marina) y Francia (adquisición de Aalto Power).

Todo ello sitúa la cartera renovable de Iberdrola en 58.000 MW, de los que un 60% se sitúa en Estados Unidos y España. Destacan especialmente las oportunidades en eólica marina, con 12.000 MW en derechos, a los que se añaden los 9.000 MW de opciones en Suecia. Los nuevos proyectos se ven respaldados por los diferentes planes hacia la recuperación verde aprobados en España, Reino Unido, Estados Unidos, Brasil y la Unión Europea.

Este desarrollo se está llevando a cabo al tiempo que se mejora la eficiencia, con una reducción del 3,3% en el gasto operativo neto hasta junio, y aumenta la generación de flujo de caja, que alcanza los 3.922 millones de euros en el semestre, un 1,1% más.

De acuerdo a su compromiso de mantener la solidez de su balance, Iberdrola cuenta con una liquidez de 14.600 millones de euros al cierre de junio, suficiente para cubrir las necesidades de financiación de 30 meses en un contexto normalizado. La compañía ha visto reafirmadas sus calificaciones crediticias por S&P, Moody´s y Fitch y ha vuelto a poner de manifiesto la confianza que en ella depositan los inversores, con 2.600 millones de euros emitidos en el semestre con las mejores condiciones y superando ya los 22.000 millones de euros de financiación verde y sostenible, reafirmando así su liderazgo mundial en este ámbito.

Perspectivas para 2020: Iberdrola mantiene previsiones

Las inversiones previstas de hasta 10.000 millones de euros en el ejercicio, la nueva capacidad puesta en marcha en el año, que rozará los 4.000 MW; los rate cases de Brasil y Estados Unidos y el continuo ahorro de costes y mejora de la eficiencia hacen que Iberdrola pueda reafirmar sus previsiones para final de año, en un entorno aún incierto como consecuencia de la COVID-19.

Por ello, la compañía mantiene su perspectiva de crecimiento para el beneficio neto a un ritmo de “dígito simple medio/alto”, con el dividendo aumentando en la misma línea. Todo ello, dependiendo de factores externos como son la demanda, la evolución de los precios de la electricidad, la deuda vencida y la implementación de medidas que compensen los efectos de la pandemia.

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