Que el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, es un tipo que no deja indiferente a nadie y resulta muy controvertido, está claro. Desde los que lo aman y le aclaman incluso con camisetas con su rostro a los que llegan al punto de culparle hasta de parte de las muertes por coronavirus en su responsabilidad como gestor de la crisis.
Pero ayer lunes, Simón dio otro paso hacia la incomprensión general al valorar el preocupante veto turístico de países como Reino Unido o Bélgica a nuestro país: "Agradezco que los belgas recomienden no venir, un problema que nos quitan", dijo.
"Reino Unido parece que evoluciona bien, pero no en todas las partes están en la misma situación... igual que España con dos zonas muy concretas, Cataluña y Aragón, con un nivel de transmisión muy superior al resto. Reino Unido igual que Bélgica lo entienden y trabajan con ello", aseguró antes de celebrar que desde este segundo país desaconsejen a sus ciudadanos visitar España.
"Aunque para el turismo es bueno que vengan, desde el punto de vista sanitario es mejor que no lo hagan", aseguró. "Un problema menos", dijo.
La forma de despachar este asunto que tanto peligra a la economía nacional y que hace peligrar las cuentas de miles de empresas y los puestos de trabajo de tantas personas, llevó a la indignación de muchos españoles.
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