El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha lanzado un mensaje de apoyo a su vicepresidente de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias, y a su ministra de Igualdad, Irene Montero, tras el acoso que han sufrido durante su breve estancia vacacional en Asturias que tuvo que ser interrumpida de forma abrupta.
"El acoso, las amenazas y los insultos no tienen cabida en nuestra sociedad. Frente al odio y la intolerancia siempre defenderemos el respeto, la democracia, la libertad. Mi cariño y solidaridad a Pablo Iglesias e Irene Montero", tuiteó Sánchez a modo de respaldo.
No obstante, sus palabras quedaron lejos de la denuncia al papel de la ultraderecha que previamente había realizado el propio Iglesias.
Otros miembros del Gobierno también expresaron antes su solidaridad con Iglesias y Montero, con unos discursos que alimentaron el debate sobre si hay o no diferencia entre el acoso y un 'escrache' de protesta.
"Siempre he criticado los escraches a cualquier persona: son malos se hagan a quien se hagan", sostuvo la ministra de Defensa, Margarita Robles el martes, según recogieron varios medios.
Mucho más duro se mostró el socialista ministro de Transportes, José Luis Ábalos, quien alertó del peligro de "rebajar la gravedad del acoso al vicepresidente Pablo Iglesias y a la ministra Irene Montero" por lo que equivaldría a "normalizar la intimidación y el fascismo". "Ni son protestas legítimas ni son escraches. Ninguna democracia ampara el hostigamiento por motivos ideológicos", tuiteó.
La vicepresidenta cuarta de Transición Ecológica y Reto Demográfico también expresó su solidaridad con Iglesias y Montero en las redes sociales.
Así como el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, quien expresó su absoluta repulsa al "acoso político".
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.jpg "Otro caso de parejas emparentadas en la aristocracia: Irene Urdangarin y Juan Urquijo")
