El propietario del restaurante valenciano 'La Lusitana Tasca' y dos vecinas del barrio del Cabanyal han recibido tres multas -dos de 600 euros y una de 3.000- por repartir comida a familias sin recursos el pasado mes de marzo, durante el confinamiento decretado por la pandemia de coronavirus.
Así lo revela el periódico 'Las Provincias' donde se informa de que las reclamaciones las realiza el Ayuntamiento y la Delegación del Gobierno.
Al parecer, el dueño del local, Javier Márquez, una vez que se decretó el cierre de la hostelería salvo para los pedidos con entrega a domicilio decidió utilizar la comida que aún tenía en la despensa para ayudar a las familias vulnerables del barrio en colaboración con dos asociaciones sin ánimo de lucro: Brúfol y Espai Veïnal Cabanyal.
No obstante, agentes de la Policía Local se habrían personado con la intención de cerrar el local -según el relato de Márquez- ante la cola generada donde un miembro de cada familia esperaba su turno para recoger su menú de mano de personas voluntarias.
La noticia ha generado un fuerte debate en las redes sociales donde este martes se convirtió en uno de los temas más comentados en Twitter.
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