La dura derrota del FC Barcelona frente al Bayern Munich, club que finalmente se coronó campeón al vencer al PSG por 1 a 0, dio inició a una crisis sin precedentes en la institución blaugrana. Peleas internas, declaraciones cruzadas entre jugadores y dirigentes y amenazas de renuncia, fueron algunos de los signos de desgaste que trascendieron a la prensa en los últimos días.
Es evidente que en una institución habituada a conseguir importantes logros y a dominar en Europa bajo el legado de Pep Guardiola, la falta de títulos y los bajos rendimientos en momentos de definiciones clave llevarían a un punto de no retorno tanto a una dirigencia cuestionada como a futbolistas que ya han pasado su pico de calidad. Lionel Messi, emblema y líder histórico del Barcelona, es siempre señalado como quien tiene la última palabra en todas las decisiones del club. Sin embargo, dado el malestar que a mostrado con el presidente del club, Josep Bartomeu, es claro que no se han seguido para nada sus pedidos, al menos en el último tiempo.
La llegada de Ronald Koeman
Para encarar esta nueva etapa de reformas, el directorio se volcó por el experimentado entrenador holandés Ronald Koeman. Considerada una figura fuerte y con el peso propio para llevar adelante una limpieza de la plantilla de jugadores, el míster buscará imponer su palabra y su poder de mando en un vestuario plagado de futbolistas de amplia trayectoria. Como respaldo para este proyecto, Bartomeu se comprometió a poner a disposición del entrenador toda la buena voluntad y el dinero para incorporar estrellas y futbolistas de alto nivel.
De hecho, de acuerdo con la información que ha trascendido desde fuentes internas del club, Koeman ha elaborado una larga lista de jugadores prescindibles, entre los que se encuentran algunos de los referentes de la época dorada del equipo blaugrana, como Gerard Piqué y Sergio Busquets. También importantes figuras del once inicial han recibido esta notificación, incluso por vía telefónica, según se conoció con respecto al delantero uruguayo Luis Suárez.
La palabra de Messi
Se había especulado durante mucho tiempo con una posible salida del club del astro argentino, tras años de sequía en el ámbito europeo con el conjunto catalán. Sin embargo, la confirmación de la triste noticia para los aficionados del FC Barcelona tuvo lugar esta semana, cuando Messi declaró su necesidad de un cambio de aires a medios argentinos. Esto se desprende posiblemente de un descontento con el nuevo entrenador y la decisión de este último de borrar de la plantilla a varios de sus compañeros y amigos.
Tras conocerse la decisión de Messi, se ha iniciado una danza de nombres en relación con el nuevo destino de la estrella sudamericana. Bayern Munich, PSG y Manchester City, entre otros, se disputan hacerse con los servicios de Leo para la próxima temporada. Esta incertidumbre se ha incluso trasladado a los principales sitios de apuestas deportivas como Betway, donde los fans se han volcado a probar suerte y jugar su dinero para intentar predecir qué camiseta vestirá Lionel en el futuro. El principal inconveniente que surgirá en las próximas semanas es uno de tipo legal: la abultada cláusula de rescisión y la forma en que se deberá resarcir al Barcelona por el traspaso del jugador.
