Unos Presupuestos para todos

En anteriores ocasiones, ya he dicho que estamos en una de las situaciones más complicadas de los últimos tiempos, seguramente comparable al crack de la Bolsa de Nueva York de 1929 o a la etapa justamente posterior a la II Guerra Mundial allá por 1945. En el primer acontecimiento, las causas fueron de índole económica y la segunda, se debió a los efectos de la propia guerra que dejó devastada a Europa.

Quiero incidir aquí en dos ideas: una, la particularidad que presenta de por sí nuestro continente pues Europa es el lugar que seguramente más conflictos ha vivido en el mundo desarrollado y el momento actual representa un nuevo desafío para todos los países integrantes de la Unión Europea.

Cabe recordar el enorme esfuerzo realizado en la reciente cumbre europea por todos los países donde España ha sido decisiva dado que somos el país más afectado por la pandemia del COVID-19. Por ello, hemos de agradecer la enorme labor desarrollada por Pedro Sánchez y la Vicepresidenta Económica del Gobierno Nadia Calviño que supieron alcanzar un acuerdo histórico para España y para el conjunto de la Unión y como dato quedará que el anuncio que hizo el Presidente del Ejecutivo fue a altas horas de la madrugada y eso hace pensar que un político que mira por el bien de su país es aquel que es capaz de quitarse horas de sueño con tal de obtener el mejor acuerdo posible para todos los españoles.

Y destaco este hecho puesto que creo es la base sobre la que se debe asentar el diseño de los Presupuestos Generales del Estado y que sin duda alguna, representa una oportunidad fantástica para lograr el mayor consenso posible de todas las fuerzas políticas de nuestro país.

Por este motivo, siento la necesidad de expresar mi profunda decepción y mi más absoluto rechazo a cualquier tipo de veto entre partidos políticos. Es por eso que si un partido quiere autodenominarse “de Estado”, debería arrimar el hombro y dejarse de partidismos. Y es que ante situaciones excepcionales, deberían alcanzarse acuerdos excepcionales pero hay un problema: que la mano de Aznar es la que mece la cuna de la Derecha sobre todo la del PP y en cierta medida también, la de aquellos que dicen ser “muy españoles” pero que destilan un olor a rancio de épocas pasadas que duelen con tan sólo escuchar su discurso. Discurso que, por cierto, ha recibido un durísimo golpe esta misma semana con la sentencia que dicta la obligatoriedad de devolver el Pazo de Meirás a Patrimonio Nacional por parte de la familia del dictador Franco.

Es necesario e imprescindible la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para dar un aliento a los trabajadores afectados por los ERTEs, para mejorar la financiación autonómicas que haga posible una mejora presupuestaria en temas como la Educación y la Sanidad Públicas que se unirían a las partidas ya dadas como fondo COVID de 2.000 millones de euros para Educación, 9.000 millones para Sanidad y los 5.000 restantes se reparten de la siguiente forma: 4.200 millones se distribuirán en función de peso de la recaudación en los años 2017, 2018 y 2019, con un ajuste de población; 800 millones se destinarán a financiar el déficit adicional que ha sufrido el transporte público autonómico motivado por las medidas adoptadas durante el estado de alarma.

Y es que cabe recordar que los últimos presupuestos aprobados son del tiempo de Mariano Rajoy que se han ido prorrogando hasta hoy. Es decir, que “Presupuestos Sánchez” aún no hemos tenido por culpa de los intereses partidistas de unos y otros, lo cual debería hacerles reflexionar a todos los partidos sin excepción pero teniendo en cuenta que el Ejecutivo de Coalición les ha presentado a todas las formaciones políticas cómo serían las cuentas del Estado que se pretenden aprobar en las Cortes Generales. El Gobierno ha hecho un trabajo: la elaboración de los Presupuestos y ahora, está haciendo otro: reunirse con todas las fuerzas políticas para presentarles la propuesta y entablar conversaciones para alcanzar el mayor acuerdo posible.

Para ello, les pido como ciudadano de a pie que soy no que aprueben las cuentas a Sánchez sin más como dice Pablo Casado sino que presenten todos sus propuestas después de haber escuchado al Presidente pero quien criticaba el “NO ES NO” resulta que se ha apuntado a esa estrategia Aznarista (o de Montoro, según prefiera el lector o la lectora) de “dejad que caiga España que ya la levantaremos nosotros” en un alarde de hipocresía, maldad y antipatriotismo marca propia de los inquilinos de la calle Génova.

También quiero hacer un llamamiento tanto a Esquerra Republicana de Cataluña y a Ciudadanos para que apoyen estos presupuestos y a su vez, les animo a que presenten las propuestas que consideren oportunas porque aquí nadie sobra y sabiendo que el Gobierno está en minoría, creo que se presenta una ocasión magnífica para poder aportar todo cuanto consideren necesario para tener unas cuentas públicas que hagan posible la recuperación social y económica de nuestro país teniendo claro el a mi juicio, acertado lema del Gobierno Central de “no dejar a nadie atrás”.

Y es que donde unos pueden ver que estar en minoría un Gobierno es malo, también puede sacarse una parte positiva de esta situación y es que al estar obligado éste a pactar con todos, los PGE pueden salir con el voto de muchos partidos políticos por lo que todos los españoles podríamos vernos reflejados en esa votación y es que cuantos más votos, mejor y más fuertes podremos salir de esta terrible situación a la que nos ha abocado la pandemia.

Es más, lejos de hacer sangre. Lejos de permanecer mi relato en la crítica destructiva permanente creo que es tiempo de tender la mano a todos por muy diferentes que sean las posturas ideológicas y es que seamos claros: lo importante ahora y siempre son España y los españoles.

Por eso, hagamos posible un país mejor y para ello, les invito a todos los partidos a que aprueben estos presupuestos que son de todos y para todos.

Salgamos juntos, fuertes, unidos y sin vetos de esta situación pues la pandemia ha puesto a prueba a todos y a la Economía mundial también.

Seamos responsables sin dejar a nadie atrás.