El plan del primer ministro de Reino Unido de violar de forma explícita el derecho internacional ha vuelto a hundir al país en la crisis del Brexit a menos de cuatro meses antes de que salga de la órbita de la UE, al tiempo que podría complicar las negociaciones comerciales. Johnson, que tiene una mayoría de 80 escaños en la Cámara Baja, se enfrenta a un creciente descontento.
Todos los ex primeros ministros británicos aún vivos han expresado su preocupación por el plan, al igual que muchas destacadas figuras del Partido Conservador. Mientras, datos macroeconómicos encienden las alarmas en el país. La tasa de desempleo subió por primera vez desde que comenzó el confinamiento contra el coronavirus en marzo, enviando una señal de advertencia sobre el previsible incremento de la pérdida de empleos cuando finalice el programa público de bajas temporales el mes que viene. La tasa de desempleo aumentó hasta el 4,1% en los tres meses anteriores a julio, desde el 3,9% al que se había aferrado desde principios de 2020. El Banco de Inglaterra ha pronosticado que la tasa de desempleo alcanzará el 7,5% a finales de año.
Mientras, en EE.UU. los miembros del FOMC que hoy finalizan su reunión de dos días, debieron dar ayer la bienvenida a los datos que se publicaron y que parecen mostrar que la recuperación económica va por buen camino. El índice de actividad manufacturera Empire State mostró que el sector se expandió este mes tres veces más de lo previsto, los precios de de los bienes importados aumentaron un 0,9% en agosto, y la producción industrial, aunque todavía a un ritmo lento, creció un 0,4%.
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