Ayer, un miembro del consejo del Gobierno del BCE en una entrevista declaraba que las perspectivas de crecimiento e inflación en la zona euro no se han deteriorado desde que la institución monetaria decidiese a principios de este mes mantener la política monetaria sin cambios.
Sin embargo, los datos que se van publicando relativos a la actividad de la zona euro no apuntan a la perspectiva del funcionario europeo. Los datos del índice de gestores de compras PMI publicados ayer mostraron que la actividad empresarial se detuvo en septiembre, cuestionando con ello la recuperación económica.
La nueva caída del dominante sector servicios, que con toda probabilidad sufrirá más tras las nuevas restricciones impuestas en la zona euro, contrarrestó con mucho el mayor crecimiento del sector manufacturero. El PMI del sector servicios cayó de 50,5 a 47,6, significativamente por debajo de la marca de 50.
El sector manufacturero tuvo mejor comportamiento, con un PMI que subió a un máximo de dos años, situándose en 53,7 frente a los 51,7 puntos de agosto. Los datos muestran las dos velocidades que se están dando en la economía, con las fábricas aumentando la producción, impulsada por un aumento de la demanda, que proviene especialmente de los mercados de exportación y la reapertura del comercio minorista en muchos países, pero con un sector servicios que vuelve a caer y sin ninguna señal de que la segunda ola de la pandemia vaya a revertir esta tendencia. Con todo, hay un claro y creciente riesgo de que la recuperación se detenga.
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