Histórica y muy significativa sentencia del Tribunal Supremo la de ayer: se declaraba probada la relación laboral entre los repartidores (riders) y la empresa Glovo, la más grande del sector.
Ahora, las reacciones son muy distintas. El cofundador de la compañía, Sacha Michaud, ha comentado en una entrevista en la 'SER' que la mayoría de sus repartidores prefieren ser autónomos y no está de acuerdo con la decisión judicial.
Michaud niega haberse aprovechado durante años de la ausencia de regulación sobre ese sector e insistió en que los repartidores quieren seguir siendo autónomos: "Nosotros, como plataforma que es Glovo, estamos dispuestos a asumir el coste de esos derechos. Hay países como Francia o Italia que ya lo han regulado en este camino".
Por su parte, la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (UATAE) considera “histórica” la sentencia del Supremo. María José Landaburu, secretaria general de la organización, entiende que se trata de “un varapalo judicial muy contundente contra las prácticas de estas empresas, que no sólo suponen un abuso para los trabajadores sino un fraude a la seguridad social y un uso indebido del trabajo autónomo como coartada para la precariedad”.
Por ello, Landaburu ha reclamado al Gobierno que cumpla “cuanto antes” con su compromiso de “clarificar legalmente la laboralidad de los riders para evitarles el tortuoso camino de la denuncia ante la inspección de trabajo y ante los tribunales”.
El Gobierno, a través de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ya se reunió con el colectivo de los riders hace meses y es posible que en un futuro cercano se regule el sector en línea de las demandas de los trabajadores.
UATAE viene denunciando desde hace años esta realidad y acompañó, el pasado mes de junio, al colectivo Riders X Derechos a un encuentro con la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, en el que ésta manifestó su intención de promover dicha reforma legislativa.
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