Unión fiscal

Con la respuesta europea a la crisis del coronavirus ha aumentado el consenso en torno a la necesidad de que los países miembros compartan los riesgos económicos, pudiendo ser el punto de partida de una futura unión fiscal. Tras la unión monetaria y la implementación de aspectos básicos para lograr una unión bancaria, la unión fiscal es la asignatura pendiente de la UE. Ayer, el vicepresidente del Consejo de Supervisión del BCE y miembro de su Comité Ejecutivo, hacía referencia a ello en la conferencia “El Informe Werner, 50 años después”.

En opinión de Pierre Werner, la integración monetaria tenía que ir acompañada de una europeización parcial de la política fiscal sin que tal europeización implicase necesariamente una armonización total. Recuperando el pensamiento de Werner, 50 años después, el funcionario del BCE cree necesario cambiar el tratado de la UE para hacer de la emisión conjunta de deuda de la zona euro una herramienta permanente en el arsenal de lucha contra las crisis del bloque.

La crisis provocada por la pandemia ha disparado las cifras de déficit y de deuda en casi todos los países. Japón, es un país con niveles estratosféricos de deuda pública, pero tiene detrás a un banco central que ha declarado que comprará toda la deuda que haga falta mientras dure la crisis sanitaria. Ayer, el gobernador del BoJ dijo que la economía del país estaba comenzando a recuperarse y que era probable que continuara haciéndolo gracias, en parte, al impulso de las medidas de estímulo fiscal y monetario, añadiendo que vigilarán el impacto de la COVID-19 y “no dudaremos en tomar medidas de alivio adicionales si es necesario".