El panorama jazzístico planetario ha perdido a uno de los grandes/grandes y está de luto. Porque ha fallecido, casi sobre un escenario como él deseaba, el veteranísimo en edad pero siempre joven en sus actuaciones y en su espíritu Pedro Iturralde.
El saxofonista, clarinetista, pianista, compositor y profesor nos dejó este domingo de luto, precisamente en la Festividad dedicada a los muertos que es el 1 de noviembre. Pero, aunque sea un tópico, su música -tanto la compuesta por él como la que alumbraba en directo y en sus centenares de discos- estará en la historia del jazz 'per omnia saecula saeculorum'.
Aportaciones de Pedro Iturralde -entrevistado a fondo hace un par de años en este vídeo- a la música en general -sin olvidar su formación clásica y sus conciertos como solista en la Orquesta Nacional de España- y al jazz en particular, han sido muchas.
Su nombre hace décadas que está a nivel mundial en el altar de los mejores y más creativos profesionales: el primer español que fue contratado para actuar y grabar no sólo en la cuna del jazz que es Estados Unidos, sino por toda la geografía de los cinco continentes, con el añadido de que abrió la puerta para que otros muchos compatriotas -primero Tete Montoliú y después una legión que encabeza Jorge Pardo- siguieran sus pasos.
Sin olvidar tampoco sus alardes en directo de tocar a la vez el clarinete y el saxofón con ambos instrumentos a la par en su boca, como puede verse en la foto- de lo que seguía presumiendo siempre a pesar de su edad-, la gran revolución que creó fue el jazz flamenco, un camino español seguido por tantos otros compañeros y que tanto ha triunfado en el mundo como la gran innovación de nuestro país al jazz. Porque en 1968, junto a otro revolucionario de su instrumento, otro 'monstruo' planetario inmortal, que por desgracia se nos fue mucho antes y nos dejó para siempre, el guitarrista Paco de Lucía, grabó el mítico álbum 'Flamenco jazz'.
Esta pequeña semblanza de alguien tan grande/grande quedaría incompleta sin destacar la catadura de Pedro Iturralde que llevó en paralelo a la de músico genial: su bonhomía. Su calidad y cualidad de hombre de bien, con la bondad de su alma como denominador común de su vida. Pedro, gracias por todo.
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