www.diariocritico.com

Deambulatorio en pandemia por Los Madriles

lunes 02 de noviembre de 2020, 10:03h

Llevábamos años los madrileños, en mi caso más de medio siglo, lo que puede llegar a vivir una carpa o un elefante, execrando respecto a la turbamulta de foráneos, turistas y guiris que progresivamente se han ido apoderando en masa del centro histórico del Foro, cuando, como del rayo, la pandemia nos ha convertido ese espacio en un territorio silencioso, hosco, lánguido y abatido que encoge el alma a cualquiera, incluidos a los más refractarios y hostiles, como es el caso de quien esto escribe, a la transformación y despersonalización torticera del espacio urbano, que los sociólogos, por darle a la cosa un tono académico, llamamos proceso de gentrificación.

Ante tal anonadante espectáculo solo quedan dos como es el caso de quien esto escribe, a la transformación y despersonalización torticera del espacio urbano, que los sociólogos, por darle a la cosa un tono académico, llamamos proceso de gentrificación.

Pero héteme aquí que en un instante hemos pasado de un centro de Madrid reconvertido en parque temático a lo Disney, en el que a puntito estábamos de empezar a contratar actores y figurantes que hicieran de madrileños ante la barahúnda guiri, a un remedo de la estación de ferrocarril de Black Rock a la que un día llegó John MacReedy/Spencer Tracy en Conspiración de silencio.

El Madrid de la Puerta del Sol, la Plaza Mayor, el Palacio Real y la superposición sobre la vieja judería de un pretendido hábitat de “los Austrias”, alimentado a más a más y a muchísimo más en los últimos tiempos por oleadas de turistas, extranjeros y afuereños, se ha quedado dramáticamente solo, afligido y tan devastado que para ser un calco de los fílmicos poblados del lejano Oeste/Far West solo le falta banda sonora de Morricone y barrillas o salicores rolando por las calles polvorientas.

Opciones: el desánimo/fastidio universal cadalsiano o el Always look on the bright side of life” de La vida de Brian.

Es el momento, desde la preferencia postrera, de pasear con sosiego y flema el centro histórico de Los Madriles para regalarse en la contemplación de espacios que llevan a historias de vida, técnica de investigación cualitativa, ubicada en el marco del denominado método biográfico y/o entretenimiento sumo para cualquier alma de cántaro sin necesidad de formación académica.

Pongamos por caso el mítico restaurante Lhardy, del que ya se ha escrito y dicho todo, pero a cuya vera-verita se halla un edificio que hace esquina a la muy taurófila calle de la Victoria o del Empecinado durante el Sexenio Revolucionario, donde se ubica el Hostal Veracruz, testigo mudo de un hecho truculento que, como en el poema de Ángel González al Cristo de Velázquez, aún estremece a los aficionados: “¡que cornada, Dios mío, qué cornada!”. Desde cualquier punto de la Carrera de San Jerónimo y sin riesgo de ser atropellado por vehículos o personal en turba, se puede contemplar el reclamo del establecimiento hostelero que remite a un caso digno del semanario El Caso, que por entonces seguía vivo y que perduró en los quioscos hasta 1997.

La tarde del 24 de septiembre de 1986 el guardia civil Luis del Álamo, destinado en la Agrupación de Tráfico del municipio asturiano de Luarca, tras recorrer en coche más de medio millar de kilómetros, se presentó en el Hostal donde sabía que se alojaba su esposa, Constantina Pérez Fernández, con quien tenía dos hijos de 19 y 16 años, junto y en luctuosa mancebía, a Antidio Fernández Llera, párroco de San Esteban de Barcia, localidad sita a unos tres kilómetros de Luarca.

Entró en la habitación y se encontró a Antidio desnudo de cintura para arriba y con la bragueta abierta, mientras que Constantina se indumentada escuetamente con bragas y sujetador. Ambos intentaron explicarle al civil que no era lo que parecía, pero el miembro de benemérito cuerpo disparó sobre el párroco su arma reglamentaria causándole la muerte de forma casi instantánea. Según la instrucción judicial el acto se produjo como consecuencia de un: “… descontrol de su libre voluntad liberándose en él un automatismo de disparos por entrenamiento profesional, que no pudo dominar”.

El médico forense que lo examinó determinó que el acusado no padecía enfermedad mental alguna: “… es todo lo contrario a un psicópata y cuando sucedieron los hechos, actuó dominado por un intenso estado emocional, que estrechó su campo de conciencia y disminuyó su voluntad”.

La Sección Sexta de la Audiencia Provincial dictó finalmente sentencia por un delito de homicidio con la atenuante de enajenación mental transitoria y le condenó a la pena de dos años de prisión menor y a indemnizar a los padres de la víctima con dos millones de pesetas, 12.000 de los vigentes euros.

Fue trasladado a la prisión de Logroño donde empezó a recibir visitas regulares de su esposa pespunteadas de tiernos vis a vis y de jacarandosos pelillos a la mar.

Cumplida la mitad de la pena, un año menos un día, Luis del Álamo salió a la calle en libertad provisional aunque expulsado del cuerpo. El matrimonio regresó a Luarca y se embarcó en distintos negocios que parece han funcionado razonablemente.

La armonía conyugal continúa a día de hoy y dicen los lugareños que es habitual verlos pasear cogiditos de la mano por las calles de la hermosa ciudad costera del Concejo de Valdés.

Antidio /a su manera, claro, que las comparaciones son odiosas) también ha alcanzado la paz. En agosto del pasado año el arzobispo metropolitano de Oviedo Jesús San Montes descubrió una placa en la iglesia barciana del siglo XIII que reza: “En recuerdo de don Antidio Fernández Llera, que fue nuestro cura párroco desde el 24 de julio de 1985 al 25 de septiembre de 1986, fecha de su triste fallecimiento. Siempre contará con nuestra oración fraterna y nuestro agradecimiento”.

Y es que en las villas marineras el amor es una barca con dos remos en el mar.

Miguel Ángel Almodóvar

Sociólogo y comunicador. Investigador en el CSIC y el CIEMAT. Autor de 21 libros de historia, nutrición y gastronomía. Profesor de sociología en el Grado de Criminología.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
1 comentarios