La Fiscalía quiere devolver a la Audiencia Nacional la causa sobre Pablo Iglesias en el 'caso Dina': el juez se precipitó

Parece que buenas noticias para el líder de Podemos, Pablo Iglesias, la Fiscalía del Tribunal Supremo ha considerado, explica TVE, que el Supremo debe devolver la causa que quería investigar al vicepresidente segundo del Gobierno al juez instructor del 'caso Dina'.

Ese juez es de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, y la Fiscalía da a entender que éste se precipitó al querer imputarlo por 3 delitos y enviar su exposición razonada al Supremo para poder hacerlo, ya que es aforado por ser diputado nacional.

Según TVE, ha habido división en la Fiscalía, pero se devuelve el procedimiento a la Audiencia Nacional por el voto de la mayoría de los fiscales.

García Castellón quiería imputar a Iglesias por delitos de denuncia falsa, revelación de secretos con agravante de género y daños informáticos.

Los fiscales entienden que el instructor se precipitó porque la investigación no estaba cerrada del todo y existen asuntos que consideran se deben esclarecer antes de fijar una posición definitiva.

Creen que el juez debería tomar una nueva declaración a Dina Bousselham, asistente de Iglesias cuando éste era eurodiputado y posteriormente política de Podemos y ahora directora de un diario digital vinculado ideológicamente al partido.

Sin embargo, el magistrado García Castellón se había negado a citar otra vez a Bousselham por considerarlo "precipitado" y siguió instruyendo la causa hasta concluir en su exposición razonada al Supremo que Iglesias usó a sabiendas de forma fraudulenta este proceso para intentar lograr algún tipo de ventaja electoral ante los comicios de abril de 2019.

El caso de la tarjeta de Dina

El juez cree que la asesoría jurídica de Podemos presentó la desaparición del teléfono móvil de Bousselham, que fue robado, como un montaje para beneficiarse, "como un encargo realizado por el Gobierno del PP al ex comisario Villarejo, para publicar en el digital 'OK Diario', en el contexto de una campaña para perjudicar a Iglesias, y por ende a Podemos".

Pero al no encontrarse ningún dato interesante que pudiera comprometer a Iglesias, salvo fotos íntimas y del ámbito personal, la tarjeta de memoria del móvil circuló presuntamente por varias redacciones de medios de comunicación. Todos descartaron publicar nada, y uno de ellos llegó a entregar a Iglesias la tarjeta, supuestamente la original, y no a la dueña legítima.

Éste la retuvo temporalmente, "sin decírselo a su propietaria", según la investigación, y se intenta saber si quiso destruirla, porque cuando Bousselham la recuperó ya estaba "inservible para su funcionamiento". El entorno de Iglesias asegura que no hizo nada por destruirla y que se devolvió en cuanto se pudo a su dueña.