Llegan las fiestas navideñas y, con ellas, muchos episodios de tristeza porque algunos tienen lejos a sus seres queridos, o los han perdido a lo largo de su vida, y les encantaría pasar estos días tan especiales a su lado.
Además, hay quienes experimentan otras sensaciones distintas durante la Navidad, como angustia por la presión social, dolor, euforia desmedida, sensación de soledad porque se vive sin compañía...
A todas estas cuestiones nos responde Sonia Castro, psicóloga del IEPP, Instituto Europeo de Psicología Positiva.
1.- ¿Por qué muchas personas sienten melancolía y tristeza en Navidad?
Estas fiestas son muy importantes para algunas personas, pero eso no implica que signifiquen lo mismo para todas ellas. Donde unas personas sienten y experimentan alegría, esperanza e ilusión, otras por el contrario pueden sentir tristeza, melancolía, nostalgia, angustia e incluso dolor.
Los recuerdos que estos días tan especiales vuelven a nosotros y evocamos de manera casi automática, la sensación de soledad, ser conscientes de que los años van pasando, los objetivos y las metas no cumplidas en el año que despedimos, las personas que ya no están físicamente con nosotros… son pensamientos y circunstancias que pueden llevar justo a eso, a que la persona no se sienta especialmente bien en estos días de celebraciones, vacaciones y reuniones familiares.
2.- ¿Es algo normal?
Claro, cada persona es diferente y es totalmente normal y más habitual de lo que podemos pensar sentirse así. Y es que según datos de una encuesta llevada a cabo por “Mundo Psicólogos” en el año 2019, sólo el 21% de los encuestados dice que estas fiestas le transmiten alegría.
3.- ¿Qué podemos hacer desde la psicología para superar estos momentos?
Lo principal sería aceptar la emoción, experimentarla, dejarla salir, darle su espacio y no intentar luchar contra ella, ni tratar de maquillarla.
¿Te apetece llorar porque al decorar el árbol de Navidad con tu hija te acuerdas de tu padre que hace poquito que falleció?
Pues llora, hazlo, no te reprimas, siéntelo, expresa la emoción, deja que las lágrimas broten.
Y es que es fundamental experimentar la emoción, tanto si es agradable, como si no lo es.
Otra cuestión fundamental es analizar y preguntarse, de la manera más honesta posible, lo que cada persona necesita en estas fechas tan marcadas para sentirse un poquito mejor.
Después, una vez que hayamos identificado estas variables ponlas en práctica y no caigas en la culpa si no es lo esperado y lo establecido por la mayoría.
Siéntete libre para elegir, para decir “no” y para decidir qué quieres hacer y qué no esta época del año.
Hacer un trabajo de empatía y de flexibilidad también es una buena estrategia, trata de ponerte en el lugar del otro y desde el respeto y sin caer en los juicios, acepta de la manera más flexible posible, eso que al de al lado le provoca absoluta alegría.
4.- ¿Qué debemos evitar?
Es recomendable evitar caer en el bucle interminable de pensamientos negativos, para ello trata de buscar pensamientos alternativos.
Evita encerrarte, esfuérzate por no aislarte cual animal en periodo de hibernación e intenta socializar dentro de las posibilidades actuales. Distraerte siempre es una buena opción.
Evita también ceder todo el tiempo y hacer cosas que de verdad no sientes y no te apetecen. Así sólo conseguirás sentirte peor.
Piensa que la Navidad es una época más del año, sólo eso y que como cada año, pasará. Así que trata de conectar con lo que de verdad representa para ti la Navidad.
Si (
No(
