Hoy los mercados estarán muy atentos al informe de empleo que, como cada primer viernes de mes, se publica en EE.UU. Los datos que se publicaban esta semana sobre el mercado de trabajo no eran muy alentadores y hacen esperar que el ritmo de crecimiento del empleo se haya reducido en noviembre.
El miércoles, el Informe Nacional de Empleo de ADP mostró que el empleo en el sector privado aumentó menos de lo esperado y ayer el Departamento de Trabajo publicó que el número de estadounidenses que presentaron por primera vez solicitudes de beneficios por desempleo disminuyó la semana pasada, pero siguió siendo extraordinariamente alto mientras la economía sufre restricciones generalizadas para frenar las infecciones y faltan más estímulos fiscales. Las solicitudes de desempleo alcanzaron un récord de 6,867 millones en marzo y se han estancado por encima del máximo de 665.000 de la recesión de 2007-09.
El elevado número de nuevas solicitudes por desempleo refleja un debilitamiento de otros indicadores del mercado laboral, una señal del impacto del rebrote de COVID-19 y de un estímulo fiscal en gran medida agotado. Más de 3 billones de dólares respaldados por el gobierno por el COVID-19 ayudaron a millones de estadounidenses desempleados a cubrir los gastos diarios y a las empresas a mantener a sus trabajadores, lo que llevó a un crecimiento económico récord en el tercer trimestre del 33,1%, después de haberse contraído a una tasa del 31,4% en el segundo. Esta semana, los republicanos y los demócratas del Congreso no pudieron llegar a un acuerdo sobre un nuevo paquete de ayuda.
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