Donald Trump, que durante meses restó importancia a la peligrosidad del coronavirus y se resistió al máximo en tomar medidas de calado como el uso de la mascarilla o los confinamientos, ahora quiere prioridad absoluta en la vacuna de Pfizer que, previsiblemente, recibirá la luz verde de la FDA en los próximos días.
El coronavirus pilló al mundo por sorpresa y, en términos generales, la mayoría de Gobiernos reaccionó tarde a la pandemia. Pero tras crecer los contagiados y los fallecidos a causa del virus, los países fueron tomando medidas contundentes como los confinamientos, el uso obligatorio de mascarillas, efectuar rastreos...y un amplio etcétera que, a día de hoy, siguen activas en mayor o menor medida en muchos países. De hecho, en varios países como Reino Unido o Francia se ha vivido un segundo confinamiento durante la segunda ola de la pandemia.
Trump, como la mayoría al principio, restó importancia al coronavirus y lo tildó de "una simple gripe" e incluso llegó a decir que "iba a desaparecer" en algún momento como "un milagro". Pero las cifras de contagiados crecieron exponencialmente en Estados Unidos y en pocas semanas el país pasó a liderar la lista de muertes y contagios del virus, una lista que más de medio año después sigue encabezando.
Ha firmado un decreto para dar prioridad a los estadounidenses para recibir la vacuna
Los estados tuvieron que tomar sus propias medidas, como la cuarentena o el distanciamiento social, para intentar minimizar los contagios y las muertes mientras un movimiento anticonfinamiento, apoyado por el propio Trump, jugaba en contra. El presidente se negó a afrontar la crisis de forma contundente desde un primer momento e incluso hizo varias apariciones públicas sin mascarilla, llegando a cuestionar su eficacia. Cabe mencionar que él y su familia se contagiaron así como gran parte de su gabinete.
Ahora, cuando EEUU sigue batiendo récords de contagios y muertes diarias, la vacuna contra el coronavirus está lista para su distribución y en poco tiempo Pfizer obtendrá el visto bueno de la FDA y se espera que comience la vacunación masiva en el país. Trump quiere ahora que sus ciudadanos tengan prioridad absoluta a la hora de recibir la vacuna y ha firmado un decreto para ello, aunque con las pocas semanas de mandato que le quedan, se espera que la normativa tenga poco recorrido.
Mientras tanto, el presidente electo en las últimas elecciones Joe Biden, ha presentado su plan contra la pandemia de cara a sus primeros 100 días de mandato y ha prometido la compra de 100 millones de dosis, imponer el uso de la mascarilla en el país y reabrir los colegios.
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