Así es la Superliga Europea que quieren los grandes equipos: Real Madrid, Barça...

El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, fue valiente y admitió públicamente el domingo que había que plantear alternativas al orden futbolístico actual. Suponía hablar sobre la Superliga.

Bajo la excusa de buscar nuevos ingresos para que sobreviva el fútbol tal y como lo entendemos ahora y sin diferencias económicas tan abismales entre clubes privados con fondos ilimitados procedentes de magnates de países del este o árabes, se busca un nuevo sistema de competición europeo, dejando de lado las ligas nacionales.

La Superliga Europea era un viejo sueño de algunos clubes del continente y está cada vez más cerca.

¿Qué es y qué supone? Pues acabar con el orden establecido por la UEFA y cambiar las competiciones actuales, Champions League y Europa League, por una competición organizada por un ente privado y los propios clubes, como pasa con el baloncesto y la Euroliga.

Tras el éxito de la Euroliga en estos últimos años, que ha permitido sobrevivir con buenos presupuestos a los clubes europeos el basket, ahora se espera hacer lo mismo en el fútbol, donde 18 equipos de élite se jueguen cada año un trofeo a modo de liguilla, con un posible play-off posterior.

15 equipos serían fijos, los grandes del continente, y otras 3 plazas de esa Superliga serían rotatorios y se ganarían por méritos, como pasa con la Euroliga.

Qué cambiará con la Superliga

Supone que esos grandes de Europa tengan asegurada siempre su participación, y que se disputen suficientes encuentros como para rentabilizar su participación, además de ganar más con la explotación de los derechos televisivos ante unos partidos más atractivos para la afición.

No más Real Madrid-Elche o Barça-Huesca, al menos no tal y como los concemos hasta ahora. Porque hay que recordar que la Euroliga de baloncesto no ha acabado con las ligas nacionales y las copas de cada país, que se siguen disputando anualmente con normalidad.

De hecho, para tranquilidad de las federaciones de cada país, se ha aclarado ya que no supondría poner fin a las ligas nacionales, aunque con cambios que beneficien a los grandes.

Para calmar también a la FIFA, se ha enviado el mensaje de que tampoco se suprimiría el Mundial de Clubes, una competición que, en todo caso, tiene poco atractivo para los fans del balompié.

Se busca que todas las semanas haya duelos de altura europeos, con choques entre Ronaldo y Messi, Neymar y Benzema, Haaland y Mbappé... evitando partidos sin trascendencia como hasta ahora en la liguilla previa para llegar a octavos de final, con partidos de países como Ucrania, Suiza, Austria, Suecia, Dinamarca, Escocia, Rusia... mientras que los choques nacionales quedarían en segundo plano.