El centro comercial 'La Cañada', en Marbella, ha sido la estampa de uno de los sucesos más lamentables y peligrosos de estas Navidades. En un momento crítico por el aumento del coronavirus en el país y con muchas regiones endureciendo las medidas, este centro comercial marbellí organizó un evento en el que iban a acudir disfrazados de Reyes Magos Kiko Rivera, Omar Montes y Fani, de la Isla de las Tentaciones y la asistencia desbordó todas las previsiones.
Las imágenes, que han corrido como la pólvora en redes sociales, han indignado a todos ya que, además de superar con creces el aforo permitido en el centro comercial, no se respetaba la distancia de seguridad. Tal era la aglomeración, que la policía local tuvo que intervenir junto con la nacional para poder desalojar a todos los asistentes a dicho evento.
Lo ocurrido en el centro comercial La Cañada (Marbella) constituye un delito contra la salud pública (aglomeración de personas sin respetar la distancia de seguridad) con la agravante de terrorismo ("concierto" de Kiko Rivera y Omar Montes). pic.twitter.com/Vvxa0AEk0G
— Jules (@CensoredJules) January 2, 2021
Una aglomeración por ver a Kiko Rivera y Omar Montes como Reyes Magos obliga a desalojar el centro comercial La Cañada https://t.co/SeWgtnJ7qi
— Jose Juan república💜💜 (@JoseJuanBlanca5) January 3, 2021
NO TENEMOS ARREGLO :
Q la gente vaya a ver un parásito como este. .Refleja muy bien la sociedad q nos rodea. . pic.twitter.com/rxETM5kbxo
Esto es un centro comercial en Marbella, donde gobierna el PP con mayoría absoluta. Cientos de personas agolpadas en un recinto cerrado para ver a Kiko Rivera, Omar Montes y Luis Rollán de Reyes Magos. pic.twitter.com/JHEhQe6LSx
— Fonsi Loaiza (@FonsiLoaiza) January 2, 2021
Tras lo ocurrido el propio centro comercial ha emitido un comunicado lamentando lo ocurrido y defendiéndose alegando que el evento convocado era un acto "sin público" y han culpado al comportamiento de los fans de la inseguridad producida. Tras el desalojo, también comunicaron que finalmente han decidido cancelar el evento para garantizar la seguridad de los clientes.