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Querido Salvador

sábado 30 de enero de 2021, 10:18h

Me decido a escribir esta carta para apoyarte, compañero y lo hago porque creo que te lo mereces pues has demostrado fuerza, talante, moderación, mesura, cordura y tranquilidad. Has mostrado también la debilidad lógica que todo ser humano cabal siente hoy por culpa de esta pandemia que tantas vidas se está llevando por delante.

Has demostrado valor, capacidad negociadora, te has mostrado con una capacidad de escucha activa tan necesaria para la vida como útil para este momento tan duro y trágico que nos ha tocado a todos vivir mostrándote siempre abierto al diálogo, cualidad que creo necesaria en momentos tan complicados como está siendo el actual.

Has tenido que librar como Ministro de Sanidad una batalla sin cuartel contra el COVID-19 que ha sobrepasado a todos mostrando una vulnerabilidad lógica en cualquier ser humano cuando se tiene que enfrentar a un enemigo común y a la vez, desconocido. Pero también, hemos observado cómo has tenido que luchar ante la sinrazón de políticos que en vez de arrimar el hombro y ayudarte en esta tarea a fin de acabar con este maldito virus, han puesto por delante la lucha partidista en vez del interés común.

También he visto cómo has querido que siempre imperasen las formas, el talante, la educación, el respeto, la cordialidad poniéndote al mando de la cogobernanza con las comunidades autónomas teniendo que soportar la incomprensible actitud de la Derecha que ha querido asumir las competencias sanitarias que por ley les corresponde cuando había un mando único que se llevó a cabo porque la situación era tan alarmante y extraordinaria que así lo demandaba y cuando se hizo lo contrario y por tanto, se llevaron a cabo unas directrices coordinadas entre el Gobierno Central y las comunidades también fuiste criticado porque al abandonar la idea del mando único, se vieron claramente las costuras de un sistema sanitario público debilitado durante décadas por aquellos que precisamente estaban reclamando la devolución de las mencionadas competencias. Y es que ya lo dijo Lope de Vega en su obra pues algunos son como el perro del hortelano que ni comen ni dejan comer, mostrando a las claras su enorme incompetencia y nula valía como la demostrada por las tres Derechas que encabezan Casado o Isabel Díaz Ayuso de los cuales ya no sé si lo de ellos es incapacidad intelectual, política, moral y de valores o si es maldad personal o de todo un poco o todo junto.

Hace meses pidieron tu dimisión. Quisieron llevarte a las horcas caudinas de la inmisericordia que a veces trae la Política y ahora que has dejado con señorío el Ministerio de Sanidad acordándote de las miles de víctimas que se ha llevado por delante la pandemia y de sus correspondientes familiares, la Oposición entera dice que te vas huyendo, que buscas poder y que te vas eludiendo responsabilidades como si un político no necesitara del poder más que tú pues sólo así, es como entiendo que pueden alcanzarse los objetivos propios de la acción de gobierno.

Eres el candidato del Partido de los Socialistas de Cataluña. Nuestro candidato. Mi candidato. Te queremos y te necesitamos en tu querida tierra porque creemos que eres el mejor President que puede tener la Generalitat. Lo creo firmemente y así lo vio también otro grandísimo compañero: Miquel Iceta cuyo valor está no sólo en su lealtad a las siglas socialistas, sino en el magnífico trabajo de partido que ha hecho durante muchos años haciendo posible que el PSC siga a flote cuando sabemos que al llegar, tuvo que enfrentarse a enormes dificultades. Por todo ello, le debemos nuestro más sincero agradecimiento.

Me quedo con lo que dijo Iceta en el Comité Federal que se celebró hace unos días en la sede Joan Reventós del PSC: “Vi claramente que yo debía dar un paso atrás. Que debía de renunciar a ser candidato a la Generalitat pues consideré que había alguien que pilotaría mejor la nave socialista que yo. No tuve dudas. Ese capitán es y debías ser tú, Salvador Illa”. Sólo por eso, querido Ministro de Función Pública y Política Territorial y Primer Secretari del PSC, es justo darte las gracias porque eso también es ser socialista y hacer Socialismo; conocedor de la dinámica del funcionamiento del Partido como a su vez, también lo es Illa, a la sazón Secretario de Organización del Partit dels Socialistes de Catalunya. Sí, eso también es clave puesto que los partidos políticos son microsociedades dentro de la propia sociedad y que por tanto, tienen vida propia y conocer el funcionamiento interno del mismo no es tarea fácil.

En esta carta, querido compañero quiero también mostrar mi apoyo, afecto y cariño a toda la familia socialista de Cataluña, mujeres y hombres que con su esfuerzo, dedicación y trabajo diario en su mayor parte realizado desde las profundas convicciones que les empujan como a mí, a formar parte del Socialismo recorriendo calles y barrios de pueblos y ciudades de Cataluña llevando a cada rincón nuestro mensaje, explicarles nuestro proyecto de Izquierdas, de cambio constante, de compromiso social destinado a todas las personas y sin excluir a nadie, poniendo como centro de nuestra actividad política, cubrir las necesidades de todos los ciudadanos poniendo especial énfasis a quienes peor lo pasan. Y es que si el Socialismo no pisa la calle, no llega a la gente y si no llega, ésta deja de creer y de confiar en nosotros y por tanto, de votarnos.

Recuerdo una vez que alguien me dijo que un socialista nunca debe abandonar ni olvidar que en nuestras siglas llevamos la O de obrero y es que si aparcamos la lucha obrera, perdemos el sentido y el motor que nos mueve a ser decisivos e influyentes en las capas mayoritarias de la sociedad que residen fundamentalmente en la clase media, es decir en la clase trabajadora.

Por eso, querido candidato no olvides nunca por favor a los más necesitados, a las capas más vulnerables de la sociedad como son las mujeres que sufren la violencia machista o los jóvenes que constituyen la esperanza de un mundo mejor a quienes les debemos poner los mejores medios personales y materiales para hacer posible tener la mejor generación preparada de la Historia pero teniendo clara una premisa: no dejarles atrás de modo que tengan que emigrar de Cataluña como aquellos que tuvieron en el pasado que ir a esa querida tierra en busca de un trabajo que en lugares como Castilla-la Mancha, Extremadura o Andalucía por poner algunos ejemplos, no tenían. De hecho, parte de mi familia vive desde hace años allí por ese motivo y siempre les tengo en mi memoria y por eso, para ellos, quiero también un futuro mejor. Quiero una Cataluña mejor, más próspera y que deje atrás sólo una cosa que ya sería mucho: la confrontación y la división que tanto dolor ha provocado en la sociedad civil catalana y es que incluso dentro de las propias familias, haya habido discusiones, confrontaciones cuando lo verdaderamente importante es que una Cataluña mejor será posible siempre y cuando todos trabajemos unidos, porque nadie es más ni menos que nadie. Nadie es más ni menos catalán que nadie. Que no es mejor un catalán que otro por votar unas siglas u otras. Nadie sobra. Todos cuentan. Lo tengo claro pues Socialismo es integración, inclusión y comprensión. Nunca exclusión. Y es que Cataluña no es nada sin España y España no es nada sin Cataluña como tampoco lo es sin ninguna de las otras regiones de nuestro país. Y es que como dijo acertadamente Salvador Illa en el acto de este jueves, muchos catalanes se sienten por igual españoles y catalanes y estoy convencido de que hay un amplio espectro de la sociedad catalana que se siente así.

Y es que tengo claro por qué soy socialista. Lo soy de sentimiento y de convencimiento puesto que ser socialista es ser solidario, integrador, conciliador y también, un luchador incansable en búsqueda de soluciones como las que siempre hemos propuesto los socialistas teniendo como herramientas el diálogo, la solidaridad, la negociación y la búsqueda de tender puentes para encontrar soluciones que hagan posible la estabilidad y el progreso de todos, estando siempre a favor de la defensa de los servicios públicos como la Sanidad, la Educación, la Dependencia o el Sistema Público de Pensiones así como la cohesión territorial que se puede recoger en la apuesta más clara que hemos mantenido los socialistas desde la fundación de nuestro Partido que no es otro concepto que el del Federalismo. Todos estos argumentos representan la razón de ser de los socialistas en toda su esencia. Lo ha sido desde que Pablo Iglesias Posse fundó nuestro Partido, labor continuada en Cataluña por compañeros como Ernest Lluch, Pasqual Maragall, Josep Borrell, José Montilla, Manuela de Madre o Carme Chacón, entre otros.

Salvador, eres un hombre de partido. Un tipo honrado, honesto, amable, sincero y que has demostrado que lo más importante es el bienestar de los españoles, que con la salud no se juega, que ésta es una verdadera razón de Estado, aunque eso te haya provocado desvelos y profundos dolores de corazón porque sé por quienes te conocen, que ante todo eres un hombre bueno, razonable y justo pero sobre todo, eres humano y te hemos visto fallar incluso aquellos que se creen perfectos y que de manera inmisericorde te han atacado por el lamentable hecho que representa en sí la lucha partidista que en este caso, se ha mostrado estéril en la lucha contra un virus que nos ha desafiado a todos sin distinguir ideologías y tú, consciente de ello lo has sabido transmitir tomando decisiones duras pero necesarias como el confinamiento siguiendo los consejos de los expertos que han estado luchando contigo a brazo partido en esta cruenta guerra que ha planteado la COVID. Y es que alguien dijo una vez que la Tercera Guerra Mundial sería sin bombas ni tiros y probablemente, la tenemos ya ante nuestros ojos y muchos ciegos por el poder, no quieren ni verlo ni reconocerlo. Tú sí lo viste, Salvador y de corazón muchos te lo agradecemos.

Por todo ello, suerte compañero Illa.

Ojalá y en unos días, pueda referirme a ti como el molt honorable President de la Generalitat de Cataluña que no es sino el máximo representante del Estado en esa comunidad autónoma, ni más ni menos. Detalle que conviene que no olvide nadie.

Espero y deseo que los catalanes lo hagan posible con su voto. Voto que por cierto, han querido negar algunos con la excusa de la pandemia aunque en el momento de firmar el Decreto de disolución del Parlament, ésta ya estaba y que yo sepa, quien no quiera votar persona, puede evitarse hacerlo como en cualquier comicio ha pasado solicitando el voto por correo además de que se extremarán las medidas oportunas para que el desarrollo de la jornada electoral sea lo más seguro posible. En Portugal se ha conseguido hace pocos días, así que ¿por qué no va a ocurrir lo mismo en Cataluña? ¿Qué temen con esa maniobra? Muchos seguramente piensan lo mismo que yo y es que temen perder el poder pero menoscabar con excusas el legítimo derecho del voto a los catalanes, no creo que sea muy oportuno ni elegante hacerlo, o al menos, eso creo.

Y finalizo diciéndote querido Salvador Illa, que aunque yo no puedo votarte al no ser de allí al menos, desde la distancia y desde las redes y con esta carta, espero poder aportar mi granito de arena por pequeño que éste sea para hacer posible que logres el objetivo.

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