Alemania se toma muy en serio el avance del coronavirus y las nuevas variantes descubiertas, que según los expertos son más contagiosas. La segunda y tercera ola han sido muy duras en Alemania, que ha registrado sus peores datos de contagios y muertes diarias, superando durante semanas los mil muertos al día. Ahora ha decidido endurecer los controles en sus fronteras terrestres para minimizar el riesgo de contagios dentro del país.
El país germano blinda ahora algunas de sus fronteras terrestres para evitar la propagación de las variantes del coronavirus, prohibiendo el acceso a su territorio desde la República Checa y desde el Tirol austriaco, salvo excepciones concretas.
Gran controversia por el endurecimiento en la frontera
La decisión del Gobierno alemán afecta en especial a trabajadores transfronterizos, especialmente a los de República Checa, unos 33.000, que trabajan en Baviera. Un endurecimiento que ha sentado muy mal en este sector, donde se quejan de que esta medida "es como volver 30 años atrás". Nadie de fuera del país puede cruzar la frontera salvo excepciones concretas.
Las excepciones previstas en estos controles son para los ciudadanos alemanes, residentes, personal sanitario o transportistas. Además, tendrán que presentar una PCR negativa realizada 48 horas antes y rellenar un formulario de registro a su entrada.
El país dirigido por Angela Merkel ya ha confirmado que mantendrá el cierre de su actividad no esencial hasta marzo para no volver a sufrir repuntes del coronavirus. En la actualidad, la incidencia acumulada en los últimos 7 días del país es de 54,7 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que en España es de 170 y las comunidades están comenzando ya su 'desescalada' relajando las medidas.
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