El Ministerio de Sanidad ha actualizado la estrategia de vacunación tras el último acuerdo de la Comisión de Salud Pública, en la que están representadas todas las comuniades. La novedad principal es la definición de los siguientes grupos que recibirán la vacuna contra el coronavirus, con la previsión de un aumento en la llegada de sueros en el segundo trimestre.
El protocolo de vacunación establecía un orden de prioridad, teniendo en cuenta la edad como el principal factor de riesgo, por lo que la campaña arrancó con los mayores que viven en residencias y sus cuidadores, así como con los sanitarios de primera línea. Y las comunidades ya han emprendido la vacunación de los mayores de 80 años que no residen en estos centros.
Pero la llegada del suero de AstraZeneca, y la decisión de no inocularlo a personas mayores de 55 años en nuestro país, provocó cambios en la estrategia, para comenzar a vacunar a otros trabajadores esenciales, como los docentes, los efectivos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado o militares.
Y con la previsión de que aumente el suministro de vacunas, se han fijado los siguientes grupos, tras los mayores de 80 años: personas de 70 a 79 años (grupo 5B), de 60 a 69 (grupo 5C), las de menos de 60 con condiciones de riesgo alto de COVID-19 grave (grupo 7) y de edades comprendidas entre los 56 y 59 (grupo 8).
Además, el documento especifica que con las vacunas de AstraZeneca, una vez completada la vacunación a colectivos con función esencial, se administrará a las personas de entre 45 y 55 años de edad (grupo 9).
Los contagiados menores de 55 años recibirán solo una dosis, seis meses después de la infección
La última actualización de Sanidad establece también las recomendaciones de vacunación de las personas con infección previa por coronavirus, tanto asintomáticas como sintomáticas. Tras la revisión de los estudios clínicos existentes se recomienda en los mayores de 55 años con diagnóstico de infección que han recibido la primera dosis, la inoculación de la segunda cuando estén completamente recuperadas y haya finalizado el período de aislamiento.
En las personas con menos de 55 años que hayan pasado la infección de forma sintomática o asintomática sólo se administrará una dosis de vacuna seis meses después de la infección. Cabe destacar que no es necesaria la realización de pruebas serológicas ni antes ni después de estas vacunaciones.
El documento recuerda que el principal factor de riesgo de hospitalización y muerte por COVID-19 es la edad superior a los 60 años y que va aumentando a medida que la edad es mayor. Por ello, resalta que basado en los principios de necesidad y equidad, debe comenzarse a vacunar cuanto antes a las personas de mayor edad que no están institucionalizadas.
Sanidad reitera que es imprescindible considerar el principio de solidaridad para que las vacunas que tienen eficacia acreditada en los grupos de mayor edad, lleguen a estas personas teniendo en cuenta que todas las vacunas disponibles en España son seguras y eficaces.
(AVANCE)
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