El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha rechazado los recursos presentados contra la decisión de la Delegación del Gobierno de prohibir las manifestaciones y concentraciones con motivo del Día Internacional de la Mujer, el 8-M. La decisión del Alto tribunal madrileño llegaba en la noche de este sábado tras escuchar a las partes personadas.
La decisión del TSJM coincide con el criterio de la Delegación del Gobierno en Madrid, que justificó la prohibición de las concentraciones por razones sanitarias, debido a la situación epidemiológica en la región, dado que la incidencia acumulada sigue por encima de los 200 casos por cada de 100.000 habitantes y la ocupación en las UCI asciende al 40%.
Pero tanto los sindicatos CCOO y UGT como la Comisión del 8-M, cargaron contra la decisión del delegado del Ejecutivo, José Manuel Franco, que rechazaron que atendiese a razones sanitarias. Y es que a su juicio, supone una "criminalización del movimiento feminista" y una vulneración de derechos fundamentales.
La Comisión que organiza los actos del Día Internacional de la Mujer en Madrid había planteado a la Delegación alternativas para respetar las restricciones sanitarias en las concentraciones, como la reducción de aforos y horarios.
Y siguiendo el criterio de la Delegación, así como de la Fiscalía, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha remarcado que la prohibición de las manifestaciones atiende a que "en estos momentos España afronta una crisis sanitaria sin precedentes y de una extraordinaria amplitud y gravedad".
"No se ofrecen medidas de seguridad concretas e idóneas para garantizar que durante la concentración y la deambulación de los participantes en la manifestación se mantenga la distancia social mínimamente necesaria o para evitar que algunas personas lleguen a retirarse la mascarilla para apoyar en voz alta los objetivos de la manifestación", reza el auto del TSJM.
Los actos del 8-M en Madrid provocaron la polémica, ya que en un principio, la Delegación del Gobierno autorizó las concentraciones con un máximo de 500 asistentes, pero la ministra de Sanidad, Carolina Darias, se posicionó en contra de su celebración debido a la situación epidemiológica.
Y tras el rechazo de Sanidad, Franco decidió prohibir las manifestaciones para evitar "las posibles confluencias de distintas concentraciones multitudinarias" en diversos puntos de Madrid.
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