La Ley Trans que promueve el Ministerio de Igualdad encuentra más críticos al borrador que se ha elaborado. Si bien dentro del Gobierno de coalición el sector socialista se opone a una importante parte del texto, siguiendo indicaciones de expertos juristas, ahora dentro de Podemos también le crecen los problemas a Irene Montero.
Según reflejan varios medios, los círculos feministas de este partido se han adherido a un manifiesto que critica la Ley Trans del ministerio de Montero por algunos de sus puntos, que creen que suponen problemas par alas mujeres.
Critican también que el borrador de la ley no ha sido llevado a los círculos ni se ha debatido entre las bases de activistas del feminismo, imponiéndose "una posición única e inamovible sobre la Ley Trans que no es necesariamente coincidente con la de todo el partido ni con la de muchas de las mujeres al frente de las áreas de Feminismo(s) en los distintos territorios de nuestro país".
El punto más crítico vuelve a ser el de que cualquier persona pueda cambiar de género con el simple hecho de solicitarlo y aunque sea menor de edad. Los sectores feministas de Podemos recuerdan que hay "advertencias de profesionales de las distintas áreas de estudio y conocimiento" que no han sido incluidas.
"Decir que 'los derechos no se debaten' es una forma de autoritarismo que no encaja con la idiosincrasia de ninguna organización democrática y que no podemos compartir ni permitir", se denuncia en el manifiesto. También se quejan de que "evidencia que las prioridades señaladas por el Feminismo no lo son para nuestro partido, y que en su lugar se imponen ideas, conceptos y demandas diametralmente contrarios a los intereses de las mujeres".
Tensiones y enfrentamientos
Además, tampoco comparten las prisas que Montero considera que existe para que salga esta ley cuanto antes. Hay otro apartado en su manifiesto donde atacan la ideología 'queer': "Es inadmisible disfrazar de protección el rotundo maltrato a la infancia que suponen los postulados sostenidos por la irracionalidad queer que se defienden en el documento presentado por el Ministerio de Igualdad y avalado por Podemos.
Se considera Queer a una identidad de género que no corresponde a las ideas establecidas, incluyendo una gama de orientaciones sexuales que van mucho más allá del clásico 'LGBT'.
El enfrentamiento y las tensiones entre el feminismo clásico y el colectivo trans ya se habían plasmado desde hace meses en redes sociales. Algunas feministas como la escritora Lucía Etxebarria o la actiz Paz Vega habían sido criticadas por la comunidad trans, incluso siendo tachadas de 'tránsfobas', por cuestionar la libre elección de género. Creen las feministas clásicas que supone perder derechos y una irrupción del hombre en un campo de conquista de reivindicaciones clásicas.
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