En España tenemos ya 5 millones y medio de desempleados: 4 millones de parados, 900.000 en Ertes, varios cientos de miles más en cursos de formación que no trabajan, y 600.000 la cifra de autónomos sin actividad según afirma Pablo Casado.
Según Vicente Nieves, en el economista: “La apuesta de Europa durante esta crisis en el mercado laboral ha sido clara: mantener el empleo a toda costa. Los esquemas de trabajo a corto plazo (buscan ajustar el mercado por una reducción de horas en lugar de por cantidades o despidos) se han impuesto en las grandes economías, como por ejemplo en España a través de los conocidos Ertes. Esta apuesta puede ser muy beneficiosa para el mercado laboral, y la economía en su conjunto, si la recuperación de la actividad es lo suficientemente fuerte, como para absorber a todos esos millones de trabajadores que se encuentran bajo esos esquemas”. Sin embargo, si la recuperación económica es débil, la apuesta puede terminar siendo un desastre para el mercado laboral y costar muy cara a los gobiernos que, como el social comunista nuestro, han apostado por las subvenciones, en vez de apoyar a las empresas, especialmente a los autónomos que en numero de cerca de 3,2 millones de registrados en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), el número de autónomos en España sigue siendo casi el mismo desde que estalló la crisis financiera a finales de 2008, han sido el tronco de nuestra precaria economía.
Dentro de los sectores más importantes en número de trabajadoras y trabajadores autónomos, los mayores incrementos en términos interanuales se han producido, en actividades profesionales científicas y técnicas (1,58%), en transporte y almacenamiento (1,48%) y otros servicios (1,40%). En cuanto al principal descenso, se ha registrado en la Industria manufacturera (-4,40%) y en comercio.
Todo esto antes del Covid 19, Después vinieron los Ertes El año 2020 cerró con 755.613 personas protegidas por ERTE, lo que supone que se mantiene la estabilización del número de trabajadores con esta iniciada desde el pasado mes de septiembre. Sin embargo, estos tienen un final. La Nueva fecha para la prórroga de los ERTEs. Los agentes sociales coinciden en prorrogar los expedientes de regulación de forma automática hasta el 31 de mayo, y recientemente he oído, que piden estos continúen hasta el 31 de diciembre. Mientras tanto no se produce ni se crea riqueza ante el paro obligado por los confinamientos el PIB se desploma.
En Europa, poco después de que se implementaran los confinamientos, el trabajo a corto plazo se convirtió en un elemento básico de los paquetes de emergencia fiscal en toda la zona. Se siguió la estrategia de Alemania durante la Gran Recesión, cuando este sistema funcionó con gran éxito. Los esquemas incentivan a los empresarios a mantener a los trabajadores en nómina con el apoyo del gobierno durante un período de tiempo predeterminado. En esta crisis, la herramienta parecía particularmente adecuada para este propósito, ya que ayuda a las empresas durante período de ingresos más bajos, y allana el terreno en la fase de recuperación", explican Bert Colijn y Carlo Cocuzzo, economistas de ING en una nota.
Lo que todos olvidan es que de donde sale el dinero para este sistema cortoplacista, que en España se ha tenido que hacer hasta ahora a base de crear deuda, aunque estemos en espera de que lleguen los 140.000 millones de euros prometidos, que no tenemos todavía y encima, Bruselas pone en duda la sostenibilidad de la deuda de España y avisa de que seguirá subiendo hasta 2031. La deuda pública subirá año tras año hasta alcanzar el 141% el PIB en 2030. La Comisión Europea cataloga de 'alto riesgo' la deuda española en el corto plazo. La deuda seguirá subiendo porque el déficit será mayor que el crecimiento, La deuda pública de España se ha disparado durante la crisis del covid-19. En términos de PIB se ha incrementado, por ahora, en unos 18 puntos porcentuales (hay que tener en cuenta que el PIB se ha desplomado elevando esta ratio) hasta el 114% del PIB, mientras que en términos absolutos (euros constantes y sonantes) ha aumentado en más de 120.000 millones de euros. Este crecimiento sin precedentes en tiempos de paz, que también ha ocurrido en otros países, ha hecho que Bruselas ponga en duda la sostenibilidad de la deuda española en el corto y medio plazo. y lo más probable, es que de los más o menos 800.000 Ertes, una buena parte de ellos se transformaran en parados por la quiebra de sus empresas, y la dificultad de remprender el crecimiento económico, dada la enorme dependencia que tenemos del turismo, que difícilmente se recuperara antes de 2023, y aunque lo haga va a ser lentamente ya que la crisis del coronavirus ha supuesto para el turismo una catástrofe. Para el sector, los números no dejan lugar a dudas, con caídas superiores al 75%: el ejercicio se cerrará con menos de 20 millones de llegadas de turistas extranjeros (83,5 millones el año anterior), cuyo gasto no llegará a los 20.000 millones de euros (frente a los casi 92.000 millones de 2019).
Las previsiones de la EPA (paro) 2021 son 17,8% y para el 2022 16,2%. El doble, que en la zona Euro. El recrudecimiento de la pandemia en las primeras semanas del 2021 y, como consecuencia, el incremento de las medidas restrictivas, seguirán afectando al crecimiento esperado del PIB y la Tasa de Paro. A pesar de ello, la reciente extensión de los ERTEs (Expedientes de Regulación Temporal de Empleo) hasta el próximo 31 de mayo y sus mecanismos de protección del empleo (prohibición de despedir hasta seis meses de la conclusión del expediente), mantendrá una evolución más contenida de la Tasa de Paro a lo largo del ejercicio. Nuestras proyecciones para 2021 apuntan a un incremento hasta, como hemos dicho 17,8% en el escenario central, 20,1% en el negativo. Todo ello supone alrededor de entre 6 y posiblemente incluso 8 millones de parados. La Economía, al garete y el desastre laboral para España.
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