El Ministerio de Trabajo, las organizaciones sindicales CCOO y UGT y las organizaciones empresariales CEOE y CEPYME alcanzaron la noche del miércoles un acuerdo para establecer la situación laboral de las personas trabajadoras dedicadas al reparto o distribución de cualquier producto de consumo o mercancía a través las plataformas digitales. Los conocidos popularmente como 'riders'.
Se reconoce la presunción de laboralidad para los trabajadores que presten servicios retribuidos de reparto a través de empresas que gestionan esta labor mediante la gestión algorítmica del servicio o de las condiciones de trabajo, a través de una plataforma digital.
Además de lo anterior, y para todos los ámbitos, la representación legal de los trabajadores deberá ser informada de las reglas que encierran los algoritmos y los sistemas de inteligencia artificial que pueden incidir en las condiciones laborales por las que se rigen las plataformas, incluyendo el acceso y mantenimiento del empleo y la elaboración de perfiles.
Las cuentas con los riders
El Gobierno sacará en breve la 'ley de riders' para obligar a las empresas a que este colectivo figure como plantilla contratada y no como autónomos, una práctica muy extendida en plataformas como Glovo o Deliveroo, entre otras.
Cuando se apruebe esta ley, según las cuentas que ha publicado el digital 'El Español', este tipo de plataformas tendrán que pagar 100 millones solo en cotizaciones para convertir a sus 'riders' autónomos en asalariados.
Tras meses de negociaciones entre empresas y sindicatos, finalmente el Ejecutivo aprobará una ley para mejorar la calidad laboral de estos 'falsos autónomos', pues aunque se intenta tildarles de emprendedores, la cruda realidad es que son las empresas como Glovo o Deliveroo quienes les imponen horarios y precio a sus servicios, algo totalmente contradictorio a la realidad de los verdaderos autónomos.
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