Vigilantes, pero no preocupados

El aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro y el alza de los precios de las materias primas en máximos de varios años podrían estar comenzando a endurecer las condiciones financieras mundiales, poniendo a prueba la determinación de los bancos centrales de revertir el aumento de las condiciones financieras, que recogen el efecto que tiene sobre la economía aspectos como los tipos de cambio, los costes de los préstamos y las fluctuaciones de las acciones. En función de cómo sean las condiciones financieras, se proyectan planes de gasto, ahorro o inversión. Los índices de condiciones financieras tienen una fuerte correlación inversa con el crecimiento económico, y anticipan que un endurecimiento en 100 puntos básicos en las condiciones financieras restringe el crecimiento en un punto porcentual en el año siguiente o viceversa. Estos índices, y los elaborados por los bancos centrales muestran que las condiciones financieras se han endurecido recientemente, aunque siguen estando en niveles históricamente bajos. Esta puede ser una de las razones por las que la Fed parece no estar actuando para contrarrestar el aumento de unos 60 puntos básicos registrados por los bonos del Tesoro. Su presidente dijo recientemente que “estaría preocupado por un aumento persistente de las condiciones financieras”. El BCE tiene más motivos de alarma. A diferencia de EE.UU., la recuperación económica de la eurozona es más lenta y los rendimientos de la deuda alemana, que es la referencia libre de riesgo de la zona euro, han aumentado 30pb desde principios de año y las condiciones monetarias se están endureciendo.