Sensualidad y riqueza lingüística en una obra basada en la novela de Gabriela Ponce

En las funciones de enero se agotaron todas las localidades y Casa Amèrica Catalunya programó la semana pasada, también con el aforo lleno, y las adecuadas medidas marcadas por las autoridades sanitarias. La originalidad, que aplaudimos, es que la silla no ocupada entre dos personas estaba vuelta hacia atrás (de espaldas al escenario), de esa forma no había duda alguna de dónde sentarse...

La programación de esta obra fue organizada por Cristina Osorno, responsable de Literatura y Teatro de la Casa de América, quien se encargó también de la asistencia de dirección, junto a Eliecer Navarro. Gabriela Ponce tuvo que llevar a cabo la dirección desde su país, por vía telemática, debido a la pandemia. Y el resultado es un montaje que reúne lo inesperado, la maternidad imposible, la perdida y la desesperanza. Todo transcurre por terrenos abruptos y salvajes.

“Sanguínea” parte del monólogo de una mujer, que imaginariamente se desdobla en dos, de ahí el brillante trabajo de las dos actrices colombianas, Maribell Arango y Carolina Torres, que interpretan a dúo el papel principal. Ambas están en el escenario en ropa interior (con una especie de camisón además), y forman una simbiosis moviéndose con agilidad, a veces en el suelo y otras de pie, acompañado todo ello con una sobria escenografía, que simboliza un enclave selvático y húmedo: el piso de una pareja.

Dos camas con ruedas y un par de perchas, simplemente. En el inicio del espectáculo las dos actrices comparten un baile. El latido del cuerpo femenino es el hilo conductor, y el texto está lleno de sensualidad y sexualidad sin tapujos. Es una obra que probablemente entiendan mejor las mujeres, porque se habla de su cuerpo, del embarazo (un embarazo, en este caso no deseado, que concluye en adopción); la lactancia o la menstruación.

Embarazo

El argumento podría resumirse en el monólogo interior de la mujer casada que tiene un amante, y a su vez una amiga a quien explica sus sentimientos, en forma de cartas. El cuerpo de la protagonista es la base del texto, con un perfecto retrato psíquico del personaje femenino, reflejando sus miedos, avatares, desesperanzas, e ilusiones. El espectáculo consta de elementos sórdidos, representados con pasión por las dos actrices. Se habla de la soledad, y a la vez incomunicación en la pareja. La maternidad se refleja en el “Diario del Embarazo”, escrito en los meses de marzo y abril, que va desgranando la protagonista, y que puede verse sobreimpreso en una pantalla.

Gabriela Ponce es profesora de Artes Escénicas en la Universidad de Quito, y ha querido llevar al escenario su primera novela, editada por Candaya. En la realización de la obra, también se ha encargado del cuidado vestuario, así como las luces, e incluso la música. Uno de los temas que se escuchan es “Dance yourself clean”, de LCD Soundsystem. El periódico “El Universo” de Ecuador, se hizo eco de los elogios recibidos por la obra, a raíz de su estreno en Barcelona.

El público barcelonés, pero con mucha presencia de colombianos y ecuatorianos, se mantuvo en total silencio, con sus mascarillas, y al finalizar estalló en una cálida ovación, que recibieron alborozadas- y emocionadas- las dos artistas. Subió al escenario Cristina Osorno que se fundió en un abrazo con ambas. Y se pudo presenciar todo de manera gratuita, previa reserva anticipada. Destacar también el montaje de audios y vídeos, que ayudan a la comprensión del espectáculo.