Contra todo pronóstico, Hillary Clinton le robó la gloria a Barack Obama este martes y se quedó con la victoria en las primarias de New Hampshire.
Si bien las encuestas habían dado por ganador a Obama por diez puntos de diferencia, el resultado final demostró que muchos votantes de New Hampshire tomaron en el último momento su decisión sobre el candidato demócrata a escoger.
Clinton y Obama mantuvieron un ajustado resultado durante toda la noche, hasta el punto de que nadie se atrevía a hacer predicciones sobre el ganador, ni siquiera cuando, pasadas las 10:00 p.m., hora local, y escrutado el 65% de los votos de los demócratas, la ex primera dama ganaba con un 39% al senador de Illinois, que se quedaba con un 36%.
Para entonces, John Edwards ya había aceptado su tecer lugar y felicitaba a ambos contendientes. Edwards, sin embargo, recordó a sus seguidores que la contienda está apenas empezando y que aún quedan 49 estados que, a través de primarias y asambleas ('caucus') deben emitir su opinión en los próximos meses.
Antes de las 11:00 p.m., Barack Obama reconoció su segundo lugar y felicitó a Hillary Clinton, pidiendo a sus seguidores un aplauso para ella que apenas se escuchó.
Finalmente le tocó el turno a la ganadora de la noche, que salió a saludar a sus fanáticos con una actitud confiada y calmada. Clinton habló como ganadora y prometió trabajar por el pueblo estadounidense que, según ella, el gobierno de Bush ha olvidado.
Después de su derrota en los 'caucus' de Iowa el pasado 3 de enero, cuando quedó en un desalentador tercer lugar detrás de Barack Obama y John Edwards, Clinton llegó a New Hampshire con una nueva estrategia.
La ex primera dama, que hasta el momento había mostrado una actitud defensiva y de mujer de hierro, se mostró en estos últimos días mucho más relajada y cándida. La senadora se permitió incluso mostrar sus emociones en algunos momentos que compartió con sus seguidores. Durante una reunión con votantes en una cafeteria, a Hillary se le quebró la voz y las lágrimas asomaron a sus ojos cuando explicó que los motivos que la llevan a competir por la Casa Blanca son muy personales y tienen que ver con lo mucho que hay en juego en el país.
En los últimos días a la senadora se la vio llevando repartiendo café entre los seguidores que clamaban por ella con pancartas en la calle.
"Los he escuchado y he econtrado mi propia voz", dijo Clinton la noche del martes en su sede de New Hampshire.
La nueva actitud de Clinton parece haber calado especialmente en las mujeres, que en New Hampshire le han dado su voto a la ex primera dama, mientras que los hombres han preferido votar por Obama.
Los candidatos demócratas volverán a enfrentarse el próximo 15 de enero en las primarias Michigan.
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