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Crisis en el Gobierno o el socioliberalismo en crisis

lunes 22 de marzo de 2021, 15:12h

La incapacidad de los gobiernos socialdemócratas de nuestros días, al objeto de emprender reformas que beneficien a la clase obrera es similar a su empeño no solo para no cuestionar las reglas del mercado capitalista sino reforzarlas en Europa. Desde los años setenta con el felipismo y posteriormente con la tercera vía balirista el socialismo tornado en social-liberalismo o liberalismo a secas no solo no consigue avances significativos para las clases populares sino que ataca sin misericordia a los líderes socialistas de sus filas como se ha hecho con Jeremy Corbyn o su tibia, por decir algo, defensa de Lula, o distancia con respecto a Sanders u olvido de Pepe Múgica.

El Gobierno de coalición de España se mueve en la órbita de un “macronismo” puramente gestionador del rentista e inútil capitalismo hispano incapaz de emprender la reindustrialización o buscar nuevas alternativas, anclado en la hostelería, el ladrillo, o simplemente en la pura especulación o la importación.

Lo que es peor un capitalismo que vive del estado, pero que ahora es el principal apoyo de la extrema derecha y la recesión democrática. Recordemos la lección de Bolsonaro, este ultra-derechista llegó al poder apoyado por la burguesía liberal y los grandes empresarios. Aquí está ocurriendo LO MISMO.

Las palabras de Macron con respecto a los republicanos que combatieron en la resistencia francesa o con las divisiones de los franceses libres en el homenaje de Sánchez a Azaña, jamás han sido pronunciadas con tanta claridad por ningún dirigente del “socialismo” español contemporáneo.

En medio de todo esto y del homenaje a Azaña el vicepresidente Iglesias salta del gobierno necesitado de auxiliar a un desnortado y desorganizado Podemos Madrid e imaginamos también al objeto de salvaguardar su figura y estar en la briega politica y en una permanente campaña electoral que es lo que le gusta, a pesar de la magnífica candidata de Más Madrid y su muy brillante y combativa oposición a la extrema derecha madrileña que el PP encabeza.

A pesar de las discusiones y rifirrafes del gobierno, lógicas por otro lado, pues Sánchez está dilapidando su inicial empuje y gobierna al dictado de Nadia Calviño y la CEOE, Iglesias ha estado en el gobierno y Podemos es gobierno y sigue siendo gobierno. El problema no es que Podemos reclame medidas sociales y exija más que una vergonzosa ley del alquiler que no resuelve el problema de millones de inquilinos víctimas del más deleznable rentismo patrio, sino que en el seno del PSOE no surjan de una vez voces críticas y coherentes con la socialdemocracia reclamando hacer políticas sociales, exigir responsabilidades a las comunidades autónomas que destruyen servicios públicos e invertir en lo público en lugar tragar o dar el “ejemplo” de regalar BANKIA.

Está muy bien conseguir avances sociales en temas de derechos civiles, fabuloso, pero ¿Que ocurre con la tomadura de pelo del ingreso mínimo vital o la subida en las pensiones, que ocurre con la reforma laboral, la congelación del salario mínimo, la ley mordaza o la “legal” indefensión y brutal explotación del precariado? Hay hambre, hay cada vez más pobreza y se gobierna solo pensando en unas clases con posibles y segundas o terceras residencias, no en la clase trabajadora y esto es lo que hace subir en las encuestas y lo veremos en todas las elecciones a VOX. Eso y la incapacidad de ilusionar con un “socialismo” que ahora resulta ser el ala derecha del gobierno. Vamos el acabose.

La salida de Iglesias es pues una anécdota y hace feliz al PP y sus candidatas y candidatos. Pero no articula lo necesario y esto en mi opinión es la necesidad de una oposición socialista al gobierno, coherente con las necesidades de la clase trabajadora e impulsora que de la democracia que en el estado español solo puede ser la República. Al menos que cumpla el programa de investidura.

Es imprescindible alzar la voz desde el socialismo y dar un puñetazo en la mesa. Eso se hace y se hará desde el socialismo de clase y la herencia republicana y democrática. Por otra parte, el PSOE desde la llegada de Sánchez jamás había reunido en menos ocasiones a sus órganos de dirección y control y el regreso al nombramiento “digital” de candidatos se ha reposicionado de forma muy evidente.

Sánchez, “Roma no paga a traidores”, con eso no te acuso de traidor solo de incoherente, de incapaz de ilusionar en los barrios pobres, a los agricultores o a cientos de miles de jóvenes que aspiran a simplemente poder vivir y emanciparse, mientras tanto VOX crece gracias a la desilusión con la izquierda oficialista.

Carlos Martínez García

Politólogo y ex portuario. Miembro de la plataforma socialista pro PSF.

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