Ayer comenzó la comparecencia de dos días del presidente de la FED y de la secretaria del Tesoro frente al comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes. Las comparecencias se centran en el estado de la economía estadounidense y la importancia de los estímulos fiscales y monetarios en la recuperación de la pandemia.
En su comparecencia, el presidente de la Fed señaló que las próximas subidas de precios tras la pandemia no se les irán de las manos ni provocarán un brote destructivo de inflación persistente. "Esperamos que la inflación aumente durante el año", pero no será "particularmente grande ni persistente", afirmó Powell, añadiendo que la FED tiene las herramientas para hacer frente a eso si se convierte en un problema.
Las preguntas dirigidas a la secretaria del Tesoro se centraron en si las subidas de impuestos a las empresas u otros impuestos podrían hacer más daño que bien. Yellen respondió que el programa se centraría en "el gasto que esta economía necesita para ser competitiva y productiva", pero que requeriría "algunas subidas de ingresos" para compensar el coste, añadiendo que el gobierno de Biden no va a proponer políticas que perjudiquen a las pequeñas empresas o a los estadounidenses.
En el testimonio publicado antes de la audiencia, Yellen repitió una visión optimista de que la respuesta de Estados Unidos, incluyendo el paquete de ayuda de 1,9 billones de dólares de la administración Biden que se aprobó este mes, podría devolver al país al pleno empleo para el próximo año.